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ARANTZAZUKO EUSKAL ETXEA LIMA

Sucesión al trono: Teobaldo I (1234-1253) y Teobaldo II (1253-1270).

A partir de 1234 Navarra mirará más al N. que al S. El prohijamiento de Jaime I de Aragón había quedado en nada a la muerte de don Sancho. Esta sobreviene y ambos reinos, Aragón y Castilla, se preparan para intervenir en Navarra siguiendo la política de anterior desmembramiento. Jaime se apresura y ocupa inmediatamente los castillos de Gallur, Esco, Zalatambor y Trasmoz cedidos a don Sancho en 1232. Los navarros habían ya llamado a Teobaldo, que juró mantener los fueros del Reino, para que se hiciera cargo del poder siguiendo la línea de la legitimidad. Una vez en Navarra inicia los pactos con Castilla, Aragón e Inglaterra para asegurar las respectivas fronteras castellana, aragonesa y gascona. El escollo es, sin embargo, Castilla, siempre atenta a sus viejas pretensiones sobre el reino. Teobaldo llega a pactar con Fernando III el casamiento de su hija Blanca con el príncipe heredero Alfonso, pero reclamando, simultáneamente, la devolución de las tierras occidentales, y en especial Alava, y Guipúzcoa. Como asegura Lacarra la necesaria recuperación de Alava y Guipúzcoa estaba viva en la conciencia navarra. Una vez afianzado en el trono, Teobaldo I se olvidó del proyectado matrimonio. El nuevo rey se dispuso a gobernar a los navarros pero tropezaba con el desconocimiento de la lengua y tradiciones sociales del país. Los navarros conciben la autoridad real sujeta a los fueros consuetudinarios en tanto el rey, aunque procuró atraer a los nobles, tropezó enseguida con su enemiga y con la unión de nobles, eclesiásticos y buenas villas frente al pleno poder real, calco del ejercido en Champaña. Como resultado de estas discrepancias se recopiló por escrito el Fuero General del Reino en 1238 ya que Teobaldo, que había jurado gobernar con arreglo a Fuero, gobernaba de hecho como lo hacía en Champaña, de forma regalista, antinobiliaria, rodeado de champaneses, no de ricos hombres navarros.

Bernardo Estornés Lasa

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Gobernada desde Francia: de Enrique I a Carlos "El Calvo".

Teobaldo II moría sin sucesión directa y es por ese motivo que la Corona debería recaer en su hermano Enrique y de ahí la importancia de su boda para los destinos de Navarra. Jugaban su baza Aragón, Castilla, Francia e Inglaterra. Por fin casó Enrique con Blanca, sobrina del difunto rey San Luis de Francia. La baza francesa triunfaba. El nuevo rey Enrique I (1270-1274), lo mismo que los anteriores, debería atender sus estados de Navarra y Champaña prodigando sus viajes, de uno al otro. La investidura real tuvo lugar el 1 de marzo de 1271 y acto seguido los juramentos de rigor a las distintas villas del reino, visitadas una a una hasta su vuelta a Francia en abril del mismo año. Enrique tuvo dos hijos, Teobaldo y Juana. Muerto en accidente el infantito, la Corona recaería en Juana. La muerte prematura del Rey planteaba la más grave crisis sucesoria. Doña Blanca de Artois, su esposa, comienza su regencia cuando Juana I (1274-1305) tenía solamente año y medio de edad. El reino se hallaba dividido: una facción encabezada por Sanchez de Monteagudo, pro-aragonesa, y otra, por García Almoravid y el Obispo de Pamplona pro-castellana. Pronto los castellanos invaden el territorio por Viana y Mendabia. Simultáneamente los habitantes de la Navarrería atacan a los Burgos incitados por Almoravid y el cabildo. El nuevo gobernador de Navarra, Beaumarchais, se refugia en los burgos y pide ayuda al rey Felipe de Francia, esposo de Juana. Los castellanos han llegado a las proximidades de Pamplona. Los de la Navarrería, abandonados por Almoravid, que huye, e indefensos, sufren la entrada a saco de los franceses que destruyen la ciudad, matan, violan mujeres e incendian la población. Es el año 1276. Juana I y Felipe (IV de Francia), descabezada la rebelión eclesiástica, gobiernan desde París por medio de gobernadores y otros funcionarios franceses. Con motivo de la guerra franco-aragonesa los navarros habían tomado las plazas de Lerda, Ul, Filera y Salvatierra en 1283. Jaime II de Aragón esperanzó a Juana I con la recuperación de la Rioja, Bureba, Alava y Guipúzcoa si prestaba ayuda al infante de la Cerda don Alfonso. Por su parte le pedía la devolución de las plazas aragonesas que, en efecto, le fueron devueltas sin más consecuencias. La política francesa es absorbente y centralista, lo cual provoca las alianzas y asambleas de los navarros que culminan celebrándose Cortes en Pamplona en 1298 y en Estella en 1299. El lema de la liga de los Infanzones de Obanos, "Pro libertate patria gens libera state", "Por la libertad patria la gente sea libre" simboliza los anhelos de la nobleza media y las villas -Estella, Pamplona, Tudela, Sangüesa, Olite, Viana, Ronces valles, etc.- navarras aunque las poblaciones de francos no se manifestaban tan opuestas. Luis el Hutin, (1305-1316), el "Terco", "el Testarudo", visita el país brevemente y se reintegra a sus estados de Francia. Se coronó rey en 1307. Las villas navarras siguen coaligándose en la Junta de Obanos. Durante su ausencia los aragoneses ponen cerco a Pitilla, en Aragón, en 1308. Los navarros vencen a los aragoneses en Filera pero éstos, a su vez, hacen una correría por Aibar, Olite y Tafalla hasta caer en una emboscada con su correspondiente derrota. Durante el reinado de Luis el Hutín hay que señalar que Oger de Mauleón, cede al rey el castillo de ese nombre y el vizcondado de Soule (Zuberoa) a cambio del señorío de Rada y las villas de Mélida, Berbinzana, Abaiz, y otros lugares. La galificación se intensifica removiéndose de sus cargos a los navarros y sustituyéndolos por funcionarios franceses. Apresaron, además, a don Fortún Almoravid y a Martín Ximénez de Aibar encarcelándolos en Tolosa aquitana. La represión llegó a la supresión de la orden de los Templarios y a la persecución de las Juntas que se reunían clandestinamente en Obanos. Muerto el rey le sucede su hija Juana, excluida de la Corona de Francia por la ley sálica y de hecho de la de Navarra. Contra todo fuero se instituyó una regencia para ambos reinos a favor de Felipe el Luengo, hermano de Luis el Hutin. En este estado de cosas la reina tuvo un nuevo hijo, Juan el Póstumo, que vivió solamente unos días. El regente Felipe se proclamó rey, reinando de hecho desde 1316 a 1322. Los navarros recibieron con desagrado esta decisión, tardando dos años en designar los mandaderos que deberían prestarle juramento de fidelidad. Este juramento tuvo por fin lugar en París a donde acudió una representación de las Cortes en las que parece haberse integrado la Junta de Obanos; en él se citaba ya expresamente a los tres Estados del Reino. Muerto el rey en 1322 y, como solamente dejara hijas, volvía a plantearse el pleito sucesorio. De nuevo se da el hecho de fuerza sucediéndole su hermano Carlos I el Calvo (1322-1328) contra la voluntad de los navarros que solamente reconocían como legítima a la reina Juana II. El nuevo rey requirió a los navarros que enviaran procuradores a Tolosa para que le prestaran el correspondiente juramento. No lo hicieron, se le soportó pero no se le reconoció como tal rey. Ninguno de los dos reyes hicieron acto de presencia en Navarra. El único hecho de armas tuvo lugar en 1321 en la frontera con Guipúzcoa contra los oñacinos y malhechores de la frontera en el desfiladero de Beotibar donde fueron sorprendidos y derrotados los navarros.

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Pérdida de Alava, Guipúzcoa y el Duranguesado (1200).

Durante el reinado de Sancho el Fuerte el Reino de Pamplona, ya amputado con anterioridad, va a quedar reducido a la Navarra nuclear que hoy, poco más o menos, conocemos. La vieja aspiración de repartirse el reino vascón obsesionaba a castellanos y aragoneses que, reunidos en 1198, en Calatayud, acuerdan de nuevo el reparto a pesar del pacto de 1179 de "paz perpetua". Los dos reyes especifican al detalle la línea separatoria del reparto, de tal modo, que quedaban para Castilla desde Cintruénigo, Corella, Funes, Peralta, Falces, Miranda, Milagro, Larraga y Mendigorría incluidos, y como dice Lacarra, la línea seguiría por Artederreta a Noáin, Badostáin y Pamplona y, cruzando el Arga, por Valderro y Orreaga. El resto del Reino, hacia oriente, quedaría para Aragón. Pamplona quedaba mitad para uno y mitad para otro. En 1198 tiene lugar la invasión de Navarra por las fuerzas de ambos reyes, el castellano por Miranda de Ebro e Inzura, y el aragonés por Aibar y Burgui. A pesar del pacto, el rey de Aragón desconfiaba de Alfonso VIII de Castilla y jugaba su baza proponiendo al navarro una tregua si le entregaba su hermana en matrimonio. Sancho el Fuerte accedió para que el aragonés se retirara del Reino. Así lo hizo terminando la campaña para julio del mismo año. Queda ahora Navarra frente a frente de Castilla que no renuncia nunca a sus viejas aspiraciones imperialistas. Si bien es verdad que Aragón se ha desligado de Castilla, también es verdad que Alfonso VIII prepara una campaña ofensiva para la invasión del reino vasco. Sancho el Fuerte, alarmado, viaja apresuradamente a Africa en busca de aliados poderosos, ya que la situación aquitana se halla confusa y revuelta. Al otro lado del Pirineo solamente podía confiar en Ricardo Corazón de León pero la suerte le es adversa y cruel. Ricardo es herido mortalmente en el sitio del castillo de Chaluz, en el Limoisin, muriendo inmediatamente. Nadie sabe lo ocurrido en Africa donde se retiene al Rey al encontrarse con que el Miramamolin había muerto y gobernaba su hermano Aben Jacub. Entretanto, aprovechándose de las circunstancias, Alfonso VIII de Castilla invade Navarra en 1199 y cerca a Vitoria en 1200, después de haberse apoderado de algunas fortalezas menores. La ciudad se defendió heróicamente. El obispo don García viajó, junto con un caballero alavés, al territorio de los almohades para visitar a Sancho el Fuerte y pedirle autorización para el rendimiento de la ciudad ya en situación desesperada. Vuelto a Navarra el obispo, Vitoria se rinde siguiéndole el Duranguesado y la Guipúzcoa actual sin apenas resistencia. Así cayeron San Sebastián, Fuenterrabía, Feloaga, Zaitegui, Arluzea, Vitoria la Vieja, Marañón, Ausa y Ataun. Se resistieron Treviño y Portella que fueron intercambiadas una vez hecha la paz por Inzura y Miranda respectivamente. Guillermo Aneliers escribía poco después en su gran poema:

Car perdut as Bitoria, é Alava issament

Ipuzcoa, é Amesquoa ab lur pertenement,

E Fonterabia, é zo que si apent,

E San Sebastián, or es la mar balent.

Navarra perdía sus viejos condados y, además, su salida al mar. En pleno territorio vascón se crea, como ha señalado el profesor Orella (1985, P. de V.), una frontera artificial. Se ha sostenido que el Reino de Pamplona se caracterizó por "la yuxtaposición de varios territorios que mantienen su autonomía jurídica y política, con fueros y gobiernos peculiares". La realidad es que es un reino como los demás de la época y que las únicas noticias que han llegado de fuentes coetáneas son las de hallarse integrado por valles, condados y vizcondados sin noticia alguna de su organización interna y menos foral, pero teniendo clara la noción de frontera común a todo el reino. También se ha dicho, muy a posteriori, que la "unión" de Guipúzcoa a la Corona de Castilla fue "voluntaria y foral". El único testimonio histórico antiguo es el de Aneliers:

Quel rey Alfons que tu tens por leial perent,

y es intrat en Navarra ab gladi é ab foc ardent.

"Que el rey Alfonso que tienes por leal pariente,

Ha entrado en Navarra con espada y con fuego ardiente".

No contento con la ocupación ya reseñada, Alfonso VIII alegaba ahora que tenía derecho a la Wasconia ducal (Gascuña); que consideraba dote de su esposa Leonor, hija de los reyes de Inglaterra, dote que no se cita en ninguna crónica, sea inglesa, francesa o castellana. Era un puro pretexto. Las ambiciones pudieron más que los lazos familiares de las familias reales francesa, inglesa, castellana y navarra. En 1204 los castellanos invadían Laburdi desde Guipúzcoa en una campaña que duró hasta 1205. El arzobispo don Rodrigo dice que "después de haber puesto bajo su obediencia a toda Gascuña, excepto Burdeos, la Roele y Bayona, se retiró victorioso a Castilla". La ocupación no fue muy larga. Pronto abandonó toda pretensión al dominio de las tierras gasconas. El mismo año de la invasión, en 1204, Alfonso VIII, enfermo y en peligro de muerte, otorgaba testamento el día 8 de diciembre, en descargo de su conciencia ordenando devolver al Reino de Navarra las regiones usurpadas y a Diego López de Haro su señorío de Vizcaya. Dice que "si Dios le devuelve la salud, que restituirá al rey de Navarra todo lo que le ocupó desde Puerto Araniello a Fuente Rabia, el castillo de Bu radón, el de San Vicente de Toro, Marañón, Alcázar, Santa Cruz de Campezu, la villa de Antoñana, la de Atauri y Portilla de Cortes, pues sabía que todo pertenecía al rey de Navarra". Alfonso recobró la salud y no devolvió nada. Sancho el Fuerte, amargado, todavía tuvo entereza de ánimo para ceder a las presiones de la Iglesia y concurrir a la batalla de las Navas de Tolosa (1212) salvando a su enemigo de un grave descalabro gracias a su intervención que fue decisiva. En 1214 moría Alfonso VIII de Castilla. Por otra parte, el hijo de la hermana de don Sancho, Teobaldo de Champaña, aspiraba a suceder al rey en el trono de Navarra ya que éste, con sus setenta y ocho años, padecía de cáncer y se hallaba lleno de achaques. En 1225 Teobaldo viaja a Navarra y trata en vano de atraerse a los nobles. Sancho el Fuerte, en vista de ello dirigió su mirada hacia Jaime I de Aragón. Viudo y sin hijos, viejo y enfermo, pensaba en un joven como Jaime, emprendedor y activo. Pensó en prohijarlo y trató con él del asunto. Buscaba un medio para que el Reino no pasara a la Corona de Castilla ni a la de Francia. En un consejo de guerra navarro-aragonés se trató de invadir Castilla para la recuperación del occidente del Reino pero todo quedó en palabras. Ambos monarcas, Sancho el Fuerte y Jaime I veían las cosas desde distinta óptica y en razón de la edad y nacionalidad de cada uno. Todo quedó en nada. En 1234 moría el rey de Navarra. Casi cinco siglos después de los hechos, los cronistas guipuzcoanos Martínez de Zaldivia (hacia 1560) y Garibay (1571) justifican, desde la óptica del s. XVI, la no resistencia de Guipúzcoa "por desafueros que según por tradición se conserva entre las gentes hasta hoy (?)...", versión que, desde ese momento, será la, oficial de la historiografía castellanista. A nuestro entender se trata de una teorización erudita y retórica de unas bases pactistas que justificaran el especial status de Guipúzcoa (sistema de fueros) dentro de la Monarquía absolutista argumento típicamente cantabrista. Las hermandades de frontera creadas en los siglos posteriores a la conquista ponen de manifiesto, como lo asevera Orella Unzué (P. de V., 1985) la artificiosidad de la nueva frontera creada y la incidencia del problema de los bandos sobre esta situación (los Guebara son gamboínos y pronavarros y los Rojas oñacinos y castellanistas).

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Las tierras del Reino de Pamplona.

La unidad política del Reino de Pamplona lleva en su entraña el respeto a las libertades de las distintas tierras integradas regidas por condes y señores bajo la autoridad jerárquica del Rey navarro. Así como en el Reino de León se producen hechos secesionistas desde muy temprano (reyes de Asturias), en el Reino de Pamplona no se conoce uno solo ni a título de excepción que haya sido propiciado desde el interior. Las fronteras con moros y reinos cristianos se hallan guarnecidas por plazas militares guardadas por "seniores" de la total confianza del Rey. Ciertas tierras y comarcas viven políticamente bajo la forma de condados. El contraste leonés-vascón es manifiesto. Aparte de todo ello es de señalar que el Reino de Pamplona no es otra cosa que la encrucijada de lo europeo y de lo peninsular. Es un istmo, no solamente en su acepción geográfica, sino hasta en la política. Pero la unidad nacional del reino vasco se mantiene contra el afán de castellanos y aragoneses de repartírselo. Y a pesar de ser nuestro Reino más reducido espacialmente, más pobre económicamente pero situado estratégicamente, logra mantener su unidad política en la forma que sigue:

Bureba integra el Reino de Pamplona durante sólo 54 años consecutivos entre 1004 y 1058 y 25 años entre 1112 y 1137, con un total de 81 años.

Rioja integra el Reino de Pamplona aproximadamente desde 916 a 1076 o sea 160 años consecutivos más otros lapsos de 1112 a 1137, o sea, 25 años, y de 1162 a I 177, quince años, con un total de 180 años.

Álava integra el Reino de Pamplona desde 931 a 1076, que hace 145 años consecutivos y de 1112 a 1200, o sea 88 años, con un total de 233 años.

Vizcaya integra el Reino de Pamplona desde 931 a 1076 que hace 145 años y desde 1112 a 1175, o sea 63 años, con un total de 208 años.

Guipúzcoa integra el Reino de Pamplona de 870 a 1076, que hace 206 años y desde 1112 a 1200, o sea 63 años, con un total de 269 años.

Duranguesado integra el Reino de Pamplona desde 931 a 1076 que hace 145 años y desde 1112 a 1200, 63 años, con un total de 208 años.

Laburdi y parte de la Baja Navarra integran el Reino de Pamplona durante los primeros años del reinado de Sancho el Mayor pero la Baja Navarra se integra toda ella y permanece en el Reino hasta 1530 o sea un total de 330 años.

Zuberoa comparte la soberanía del Rey de Pamplona y del Duque de Gascuña.

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La economía altomedieval.

La riqueza pública de Navarra era la agricultura y los productos naturales. Como señala Campión (1927), se cosechaba mucho vino y trigo, y menor cantidad de avena, cebada, mijo, habas, alubias, aceite, hortalizas, etc. La abundante madera de los numerosos bosques se utilizaban para el consumo diario, local y algún tráfico. A pesar de ser Navarra "nemorosa", según la califica la Guía de los peregrinos, en algunos lugares del Reino, cuando se redactó el Fuero general comenzaba a escasear la leña. Aparte las ferrerías, apenas era conocido el trabajo industrial, salvo el laboreo de las salinas y canteras. El comercio, domiciliado en las villas, extendía su radio mediante las ferias y mercados. Lo común era que los pueblos y los valles cubriesen sus parcas necesidades con el trabajo doméstico, tanto en orden al vestido cuanto a los aperos de la labranza y el ajuar de la casa. La ganadería -incluida la transhumante a las tierras del S. recién reconquistadas (Bárdenas) o a los llanos aquitanos- revistió importancia suma en manos de sus principales explotadores: los Reyes, los monasterios y la Nobleza. El ejercicio de un arte manual con ánimo de lucro, vendiendo el producto a otros apenas es conocido; le encontramos en las villas y pueblos grandes, sobre todo en los que habitan francos o se conquistaron a los musulmanes.

Oficios. Ordinariamente los oficios estaban agrupados en calles y barrios como aún lo proclaman los nombres de algunos de ellos. El Rey cobraba en Tudela pecha o impuesto por las tiendas en Anayares ferreros zapateros, esparteros, albarderos, alfagemos (alfageme, alfagem=barbero, curandero), alcorqueros (de alcorque=chanclo con suela de corcho), tejedores.

El numerario. El metal amonedado era escaso. La moneda disfrutaba, pues, como observa Campión de gran poder adquisitivo, según lo demuestra el precio de las cosas. Los emolumentos, gajes y sueldos de los diversos oficios civiles y militares se pagaban en metálico y en especie (trigo, avena, cebada, vino, etc.), porque era escaso el dinero; el trueque era la forma ordinaria de las compraventas menudas y diarias.

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Estratificación social en la Edad Media.

Navarra medieval es una tierra estructurada básicamente sobre una red de linajes que, en la baja Edad Media, dará pie a las guerras de bandos que tan determinante papel jugaron en el ocaso y muerte de la Monarquía. Pero la Reconquista y la posesión de la tierra interfieren ya en este primer entramado conformando una estratificación social en la que la posesión de la tierra y de los honores son además los datos esenciales. Inmediatamente por debajo del Monarca se halla la Nobleza y el gran Clero; luego seguía la cohorte de hombres libres, también hidalgos, y, sosteniendo la pirámide social, los pecheros.

La Alta Nobleza. Son los seniores, dominatores, princeps, barones, y/o ricoshombres. Los seniores poseen el dominio de un pueblo fortificado colocado en alguna posición estratégica del Reino. La definición del ricohombre en el Fuero es explícita: "Richombre o ynfanzon cabayllero poderoso, oviendo creaturas fillos et fillas, caveros, vassayllos et escuderos qui prenden (reciben) sua soldada, o su bien et manzebos soldados, claveros et iuveros (el que labra tierras con bueyes) vaqueros et pastores et porqueros e muitos otros soldadados (asalariados) et creando parientes prosmanos (próximos), dandolis a comer et vestir lo que han menester et otros estranios muytos entran et saillen, comiendo en su casa et vassayllos de carneros o de cevada o de dineros por lo que defiende en el mercado o en otro logar". Eran casi pares al Rey, guerreros beneficiarios de tierras conquistadas, libres de tributos ordinarios y sólo obligados, en lo militar, hacia la persona del Monarca. El Fuero los Llama "ricos ombres naturales del Regno" ("F. G.", p. 7 libro I, título I, capítulo I), "richos ombres" de una tierra o comarca (p. 8, libro I, tít. I, cap. III) "ombres de linage de su tierra" (Idem). En los primeros tiempos de la Monarquía les pertenece, tanto como al Rey, el poder, componiendo los ricoshombres más preeminentes la Corte primitiva y el máximo tribunal de deliberaciones. Su importancia es tanta que en ella hemos de vislumbrar algunos hechos decisivos como la separación de Vizcaya y los vaivenes de Guipúzcoa, Alava y tierras de Ultrapuertos en torno a la corona de Pamplona. Más adelante este estamento se ve incrementado con los señoríos jurisdiccionales creados por los Evreux en detrimento del realengo y en beneficio, por lo general, de sus bastardos: el condado de Lerín, el condado de Cortes, el principado de Viana, el vizcondado de Valderro, etc. Tanto ésta como la pequeña y media nobleza constituían el Brazo Noble o Militar en las Cortes. Su poder, asentado en las torres y fortalezas que jalonaron todo el Reino, experimentó un gran quebranto cuando Cisneros arrasó las fortificaciones y Navarra entró en la órbita de la Monarquía absoluta. Emparentada en Castilla y Aragón, su interés por el Reino parece escaso.

La pequeña nobleza y los ruanos. Constituye la cohorte de hombres libres agrupados en varios escalones jerárquicos: caballeros, escuderos, solariegos, hijos-dalgo o hidalgos, gentileshombres e infanzones de sangre o de carta. Suelen ser miembros de algún linaje conocido y poseen casa propia o tomada a censo (feudo). Los hay rurales pero también aquéllos que habitan el medio urbano sirviendo de soldados al Rey, de merino o de comitiva del merino, etc. Estaban exentos de tributo pero solían pagar una ayuda extraordinaria al Rey. Estaban exentos de obligaciones serviles tales como las corveas o el alojamiento de soldados. Disfrutan de honores y sus casas son inmunes. Los "infanzones" tenían facultad para poseer castillos y fortalezas; pero el mismo "Fuero General" (p. 17, libro I, título III, capítulo II) limitaba la construcción de edificios de esta clase con muros, barbacanas y palenques, si la villa era cerrada y de señorío de otros infanzones, de suerte que había que tener facultad real o permiso del señor. Sus bienes se transmitían a otros nobles. Podían tener vasallos ya que "todo infanzón que tiene una heredad libre y que con esta heredad, quiera hacer villanos o pecheros, coillazos (es decir, dar renta o porción de frutos), habrá sobre sus collazos y sobre sus villanos el mismo derecho que el rey y los grandes señores tienen sobre los suyos". El infanzón de carta es cada vez más numeroso y algunos valles obtienen la infanzonía de forma colectiva (Baztán, Roncal, etc.). Los infanzones que viven en las villas se acabarán fundiendo con los francos, libres también. Su nombre genérico es ruano y están sujetos al Fuero municipal y a lo que acuerden los Fueros generales. Los jornaleros o aixaderos formaron, a su vez, el proletariado en estas villas. En los últimos años del s. XII los infanzones comienzan a coaligarse en lo que será la Junta de Obanos, futuro semillero de las Cortes estamentales a las que acceden dentro del Brazo Noble. La Corona utilizó el recurso financiero de ampliar la hidalguía haciéndola colectiva -Tudela en 1117, Baztán en el 1212, Roncal, s. XII-XIII, etc.- aunque también donó los tributos y la jurisdicción de lugares libres que cayeron así en el ámbito señorial creándose en Navarra unos contrastes sociales profundos inexistentes en otras tierras vascas, en especial, en las cantábricas. Integradas en el Brazo noble o en el de las buenas villas o Universidades llegarían a ser con el tiempo, en la Edad Moderna, la columna vertebral de las Cortes y, de esta forma, del Reino. La compra de palacios y de derechos acrecentó este estamento de forma muy considerable. Caro Baroja advierte lo curioso y significativo que es ver cómo los apelativos nobiliarios, que aparecen una y otra vez en los textos jurídicos y legales, escritos en latín más o menos corrupto o en romance, apenas tienen expresión en vasco, salvo una voz que parece equivaler a hidalgo; Azkue (Diccionario..., I, p. 20), recoge la palabra aitonen seme o aitorren seme que podría relacionarse con ellas. (Véase sobre ella el artículo de Michelena, Aitonen, aitorem seme noble hidalgo, en "B. R. S. V. A. P." XXIV, I (1968), pp. 318). En cambio, -prosigue Caro- "se usará de una manera amplia, de la voz equivalente a la de "señor" = jaun, de suerte que incluso cada cabeza de familia será señor de su casa (etxeko jauna): y también se dará el uso de la palabra equivalente a caballero, es decir, zalduna. Castillos y torres señoriales se nombran, en cambio, con palabras de origen románico: gaztelu (de "castellum") refleja un trato muy viejo de la "elle"; dorre dorre-a proviene de "turris", o su acusativo. De modo más genérico se hablará de la "mansión del señor" = jauregi, jauregia, siendo abundante el uso toponímico de estos vocablos".

Los prelados. Constituyen el Brazo eclesiástico en determinados momentos los obispos de Nájera, Bayona, Dax, Tarazona y Pamplona, además de los abades de Iratxe, la Oliva, Leire, Iranzu, Urdax, Fitero, Roncesvalles.

Los pecheros. Llamados también villanos o agreros, collazos y mezquinos, estaban sujetos a la pecha (tributo) señorial y a diversas prestaciones personales y corveas, pese a que no prestaban homenaje a sus señores laicos o abades, lo que los hubiera convertido en siervos. Estos labradores pecheros no gozaban de las ventajas del "status" de vecindad de las villas y de los valles, no tenían derecho a ser representados en las Cortes ni podían vender su haberes libremente, ya que la pecha y prestaciones se transmitían al adquisidor ya fuera pechero, franco o hidalgo. En el orden judicial estaban sometidos a los tribunales señoriales -Corte señorial- que administraban la baja, media y hasta alta justicia. Por lo demás, son bienes transmisibles junto con la tierra en caso de venta de ésta, son donatos o transmitidos como un bien cualquiera. Con el paso del tiempo la calidad social, semiservil, va siendo sustituida por una calidad más personal y meramente económica: el hombre y la familia que paga pecha. A fines de la Edad Media collazo y aparcero son casi sinónimos. Sobre el destino cruel y oprobioso de este estamento cabe señalar que el euskara ha utilizado la voz petzero con el significado de "esclavo": Eniz horien petzero jarri nahi = "no quiero estar bajo la esclavitud de esos". Los villanos o pecheros estaban divididos en el Fuero General en tres clases en razón a su deber tributario: 1.° Los del Rey o reallenco. 2.° Los de los monasterios o de orden. 3.° Villanos de solariegos (F. G. tít. V. lib. III). Esta condición duró de lege hasta el s. XIX pero fue impugnada y soslayada, a veces con éxito, ya desde los s. XVII y XVIII. La adquisición de una vecindad forana fue una de las vías que permitió a los villanos ascender socialmente. A finales del Antiguo Régimen existían más pecheros en la Montaña que en la Ribera (José Alonso, 1848). Pechero y simple morador (casero o habitante sin derechos concejiles) se confundían de hecho.

Esclavos. Sólo parecen haber existido durante la Edad media y haber sido de extracción musulmana o judía.

Agotes. Es una minoría cristiana y blanca a la que los textos forales denominan "gafos" o "leprosos". Existieron en varios pueblos de Navarra, principalmente en Bozate (Arizkun), aunque también en otras localidades vascas. Estaban exentos del derecho de vecindad y sus actividades estaban vigiladas y limitadas. Protestaron hasta en Roma (1514) y consiguieron que las Cortes de Navarra borraran oficialmente todo el estigma que pesaba sobre ellos concediéndoles los derechos que disfrutaban los restantes habitantes de cada localidad (1817-1818, ley LXIX). Todavía en este siglo persistía, sin embargo, la condena social sobre el que contraía matrimonio con algún agote como atestigua Leoncio Urabayan en su Barrio Maldito reeditado recientemente por Auñamendi. A principios de este s. había algún pueblo como Oiz de Santesteban en el que una familia a la que se motejaba de "agote", respondía a ésto llamando "oiztar pechero" al que se lo decía.

Judíos, francos y musulmanes. Constituyen las minorías étnicas interiores del Reino pero con gran diferencia entre ellas. Entre los judíos y entre los moros los hubo adinerados y pobres, pese a lo cual la discriminación, en especial desde la incorporación de Navarra a Castilla, se cebó en todos. Tenían pese a todo un estatuto especial que les garantizó cierta equidad y una autoadministración apreciable. En lo tocante a los francos -minoría de tipo francés u occitano-, el trato que recibieron por parte de los Reyes fue preferencial siéndoles concedidos estatutos especiales que les beneficiaban. Su actividad comercial les hizo enriquecerse y equipararse en algunos aspectos a la nobleza y a la gran burguesía con las que se asimiló. Para ampliar este historial, ver JUDIO, MUSULMAN, FRANCO. Con el tiempo, "francos" y "navarros" fueron fundiéndose; el estatuto jurídico fue lo que primó sobre el étnico. Pero la vieja hostilidad entre los "navarros" y "francos" antiguos parece haber tenido manifestaciones y expresiones literarias, aparte del de Aneliers que canta la destrucción de la Navarrería. Según José M.ª Lacarra, la caracterización ofensiva para los "navarros" que hay en la Guía del peregrino Picaud se debió a inspiración "franca": a ella se debería también según Caro Baroja la eliminación de la memoria de lo vascones en ciertos relatos del ciclo carolingio y el recuerdo de victorias, más o menos legendarias, de los francos sobre los navarros mismos, en que aparece el castillo de Monjardín como objeto de la lucha. Los francos sé afincaron también en el N. del Reino: en 1264 se conceden fueros propios a los "francos" de Lanz, y en 1397 a los del valle de Larraun. En estos fueros se procuraba borrar las diferencias entre los "francos" y sus descendientes y los hidalgos del país y los suyos; se establece que todos sean de una condición y que no nombren jurados ni tengan oficios separados. Y hay que advertir que se con firmó en 1439 y aun en 1729. Probablemente este proceso de unificación se extendió desde la Montaña hacia el S.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Beñat Çuburu-Ithorotz

2009-08-31 11:52

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Des tanneurs basques d’Iparralde dans l’orient cubain.

Si en terme de chiffres l’émigration des Basques à Cuba n’a pas été un phénomène comparable à l’émigration des Galiciens, Asturiens ou Canariens, elle n’en constitue pas moins un apport fondamental qui a contribué à la constitution de la société cubaine actuelle. La grande majorité des émigrants basques étaient originaires des provinces du Sud. Cependant quelques Basques du côté français décidèrent d’émigrer à Cuba aux XIXème et XXème siècles et exercèrent –entre autres- avec succès le métier de tanneur qu’ils avaient appris au Pays Basque. La partie orientale de l’île accueillit nombre de ces émigrants qui, grâce à leur réussite sociale, permirent la création de véritables filières d’émigration. Ce travail prétend brosser quelques portraits de ces tanneurs basques, émigrants d’origine modeste qui ont su prospérer par leur travail et s’intégrer dans la société cubaine post-coloniale.

Si en termes de chiffres, l’émigration basque à Cuba n’a pas été un phénomène comparable à l’émigration des Galiciens, des Asturiens ou des Canariens, elle n’en constitue pas moins un apport fondamental pour la constitution de la société cubaine actuelle.

Ainsi aux XVème et XVIème siècles, grâce à leur connaissance des océans, les Basques furent-ils parmi les découvreurs et les premiers colonisateurs de Cuba; ils contribuèrent à mettre en place toutes les structures commerciales entre l’Espagne et le Nouveau Monde. Aux XVIIIème et XIXème siècles, de nombreuses familles de la saccharocratie cubaine étaient issues d’émigrants basques installés à Cuba. Elles amassèrent des fortunes colossales qui furent en partie rapatriées lors de l’indépendance de Cuba et qui permirent l’injection de capitaux importants dans l’industrie au Pays Basque Sud. Au XXème siècle, le mouvement d’émigration vers Cuba atteint des chiffres très élevés sans que les Basques ne figurent parmi les régions les plus pourvoyeuses d’émigrants.

Il est très difficile d’apporter des chiffres précis qui donneraient une idée de l’importance de la communauté basque ou d’origine basque à un moment donné mais toutes les sources consultées indiquent que le pourcentage de ces émigrants représentait moins de cinq pour cent du total. Cependant, on peut affirmer qu’il s’agissait d’un groupe très actif, dans le domaine économique mais aussi culturel à travers ses deux associations d’émigrants : le Centro Vasco de La Havane et l’Asociación Vasco-Navarra de Beneficencia.

Les Basques furent également bien représentés à Cuba à travers la pelote et si le gouvernement révolutionnaire n’avait pas interdit les paris dans le domaine sportif au début des années soixante, le fronton de La Havane compterait sans aucun doute aujourd’hui parmi les places fortes du jeu professionnel.

Rappelons enfin la place non négligeable des toponymes et patronymes d’origine basque : ils sont la preuve indiscutable que l’émigration basque a marqué le pays d’une empreinte indélébile.

Nous allons dans les lignes qui suivent nous intéresser à une émigration très ciblée, celle de jeunes Basques d’Iparralde, plus particulièrement originaires du village de Hasparren. Certains d’entre eux ont choisi d’émigrer dès le XIX ème siècle vers Cuba alors que cette destination n’était pas cellle que choisissaient la plupart de leurs compatriotes.

Ils s’installèrent principalement dans la partie orientale de l’île et exercèrent le métier de tanneur, qu’ils pratiquaient déjà chez eux avant d’émigrer.

Après avoir présenté l’importance de cette activité industrielle au Pays Basque et dans la région de Hasparren, nous tenterons d’apporter un éclairage sur les conditions qui ont favorisé le départ et l’installation à Cuba de ces jeunes émigrants. Nous dresserons ensuite le portrait de quelques uns d’entre eux, exemples de réussite sociale et d’intégration.

I/ L’INDUSTRIE DES CUIRS ET PEAUX AU PAYS BASQUE

Dès le XVIIIème siècle, des villages du Pays Basque Nord comme Hasparren, Aïnhoa et Espelette, s’étaient spécialisés dans le travail des cuirs et peaux. Maite Lafourcade signale qu’à cette époque il existait dans l’agglomération de Hasparren :

« un noyau industriel qui utilisait les peaux de bêtes à apprêter ou des cuirs qui étaient importés parfois de loin, comme d’Angleterre, de Hollande ou des colonies anciennes du Canada par le port de Bayonne. Le tan pouvait être tiré sur place de l’écorce des chênes des bois communaux et les huiles de poisson pêché à Saint Jean de Luz. Tanneurs, chamoiseurs, corroyeurs et cordonniers travaillaient le cuir à domicile, tout en cultivant leurs terres. Ils vendaient directement les objets qu’ils fabriquaient au marché du lieu […] à des négociants venus de Navarre, Béarn, Chalosse, voire plus loin, qui les revendaient en Espagne ou dans nos colonies. Ils travaillaient aussi à façon pour le compte de négociants bayonnais. » [1]

1) Importance de la tannerie à Hasparren, village du Labourd

a) Des conditions naturelles favorables

Hasparren est une vaste commune de 7701 hectares, située dans la région Est de la province du Labourd, sur la rive droite de la Nive. Elle compte plus de six mille habitants (chiffre presque déjà atteint au XIXème siècle : 5726 habitants au recensement de 1891) vivant dans les onze quartiers situés pour la plupart sur les coteaux qui ceinturent le bourg : Hasquette, Elizaberri, Labiri, Celhay, Sohano, Larrarte, Minhotz, Peña, La Côte, Urcuray, Le Bourg.

Hasparren ( Hazparne en basque, vient de « Haritz barne » qui signifie « entre les chênes ») possédait et possède toujours dans ses 550 hectares de bois et forêts une des essences nécessaires à l’obtention du tannin, le chêne. L’une de ses richesses réside dans la quantité des petits cours d’eau qui sillonnent son territoire. En effet, le mont Ursuia qui domine le village génère une grande quantité de sources et de ruisseaux qui alimentent quatre cours d’eau principaux traversant la commune.

L’abondance d’écorce de chêne et de cours d’eau explique que le tannage du cuir ait été très tôt pratiqué dans le village.

b) Des métiers diversifiés

Les tanneurs et mégissiers ont pendant longtemps constitué l’une des principales professions dans le village. La plupart exerçaient en fait deux activités : laboureur et tanneur.

Les tanneurs travaillaient des peaux lourdes dont les cuirs étaient réservés principalement pour les équipements militaires ou les semelles de chaussures.

Les mégissiers traitaient les petites peaux d’agneaux, de moutons ou de chèvres et utilisaient de l’huile de poisson pour les assouplir. Ils se trouvaient pour la plupart au quartier d’Urcuray, tandis que les tanneurs étaient disséminés sur toute l’étendue de la commune et plus particulièrement dans les quartiers de Celhay (proche du mont Ursuia et de ses ruisseaux) et Urcuray (traversé par le ruisseau « Urkoiko Erreka »). Il s’en trouvait également quelques-uns au bourg, à proximité du cours d’eau appelé « Yondonaneko ura ».

Certains possédaient un petit moulin qui leur servait à réduire en poudre l’écorce de chêne afin d’obtenir le tan qui leur était indispensable.

Le matériel utilisé se réduisait à de simples outils manuels. Tous devaient cependant posséder des fosses dans lesquelles séjournaient leurs peaux durant de longs mois.

A l’arrivée des bateaux au port de Bayonne, des convois de bouviers s’y rendaient pour en rapporter les cuirs verts nécessaires à l’activité des tanneurs locaux.

c) Hasparren : un village tourné vers les métiers du cuir

En 1831, cinquante et une tanneries existaient à Hasparren, la plupart n’employant que deux ou trois personnes. On trouvera en annexe I le nom de ces tanneries, leur localisation ainsi que le nom de leurs propriétaires.

Un foulon appartenait au propriétaire de la maison « Attienia ».

Au début du XIXème siècle, les Haspandars commencèrent à utiliser personnellement les peaux tannées par les mégissiers et tanneurs pour en faire des chaussures. Cette industrie de la chaussure allait prendre tant d’importance qu’elle allait devenir la principale activité du village au XXème siècle jusque dans les années soixante-dix.

Quelques années avant la Révolution on comptait à Hasparren : 442 laboureurs, 353 tisserands et duranguiers, 270 cordonniers, 137 tanneurs, 13 chocolatiers et 32 marchands.

En 1856 on y dénombrait entre autres 591 personnes employées dans le textile, 869 personnes travaillant dans la cordonnerie et 158 personnes vivant du tannage et du corroyage [2].

En 1891, 860 hommes et 685 femmes étaient employées dans les industries du cuir (cordonnerie et tannerie confondues) qui étaient la principale activité dans le village[3] .

Le travail de la tannerie était pénible mais la plupart des tanneurs étaient aussi agriculteurs et étaient donc accoutumés à l’effort. De plus, cette bivalence professionnelle était presque naturelle puisque les paysans produisaient dans leurs propres fermes la matière première qu’ils allaient ensuite transformer : les peaux de bêtes. Annie Roche signale que « c’est la première corporation où l’on a accepté de travailler de cinq heures du matin à une heure pour disposer de l’après-midi et travailler à la ferme »[4] .

2) Techniques utilisées dans la tannerie à Hasparren

Voici les procédés artisanaux utilisés à l’époque où le village s’était spécialisé dans le tannage.

L’on commençait par extraire le tannin ou acide tanique (élément nécessaire pour le tannage) de l’écorce du chêne. Cette opération s’effectuait alors que l’arbre transpirait, quand il était “izerditan” [5], en été. Pour séparer l’écorce du tronc, on fendait l’écorce avec une hache. On la frappait ensuite avec la tête de la hache puis on introduisait celle-ci dans la fente en faisant levier pour faire sauter l’écorce. On la mettait à sécher dans un endroit couvert et on la triturait pour la moudre et la réduire à l’état de poudre.

Une fois le tannin préparé, on prenait une peau de vache que l’on plongeait dans une fosse remplie de chaux et d’eau pour enlever les poils. La fosse avait la forme d’un carré d’un mètre de côté et d’un mètre de profondeur. Elle pouvait être simplement creusée dans le sol ou alors était construite sur le sol et limitée par un mur en maçonnerie d’environ un mètre de haut.

Tous les jours - durant dix jours - il fallait enlever la peau, remuer l’eau et la replonger dans la fosse. Quand les poils tombaient, ils étaient retirés à l’aide d’un couteau. Le cuir passait alors dans une autre fosse de même dimension mais uniquement remplie d’eau. Il y perdait la chaux dont il était imbibé et le tanneur pouvait ensuite retirer les morceaux de chair qui adhéraient encore à la peau.

Puis les fosses étaient plus étroites et plus profondes : 1,5 mètre de profondeur. Elles étaient remplies d’eau et de tannin. Il fallait enlever le cuir deux fois par jour, bien remuer le tannin et y replonger les peaux. Le résultat final était bien meilleur si l’opération était effectuée trois fois au lieu de deux. On changeait le tannin des fosses tous les six jours. Ce processus pouvait durer entre deux mois et demi et trois mois selon l’épaisseur du cuir. Pour savoir si le tannin avait bien pénétré le cuir, l’artisan faisait une entaille dans la partie la plus épaisse à l’aide d’un couteau. Si une raie blanche apparaissait, il fallait continuer. Lorsque le tannin avait bien pénétré, le tanneur passait une graisse spéciale de couleur jaune sur le cuir, le laissait sécher puis le nettoyait. On pouvait alors préparer les différents produits pour lesquels le cuir avait été tanné (souliers, outres…).

Outre les peaux de bovins, l’artisan tanneur travaillait également les peaux de brebis, de moutons et de chèvres. Sur la peau mise à tremper, il jetait de la pierre d’alun, de la poussière et un peu de sel. Il ramassait la peau et la laissait ainsi durant cinq ou six jours avant de la plonger dans une fosse remplie d’eau chaude salée et de pierre d’alun qui s’y diluait peu à peu. Lors de l’étape suivante, la peau était séchée et nettoyée.

II/ DES TANNEURS BASQUES EMIGRES DANS L’ORIENT CUBAIN

1) Le phénomène de l’émigration depuis Hasparren

Du fait du droit coutumier qui régnait en Pays Basque, beaucoup de cadets devaient trouver du travail hors de leur village. Hasparren n’a pas échappé à cette règle. Au XVIIème siècle, on trouve déjà trace de jeunes gens qui partaient s’employer au Sud des Pyrénées pour des travaux agricoles. Au XVIIIème siècle, d’autres émigrèrent aux Antilles ou vers Saint-Domingue. On trouve aussi à cette époque de jeunes haspandars enrôlés comme matelots.

Jusqu’au XIXème siècle, l’émigration depuis Hasparren reste assez peu significative. Le village à vocation essentiellement agricole connaît une activité économique diversifiée et de nombreux haspandars partagent leur journée de travail entre les travaux des champs et un métier d’artisan qui leur permet de vivre plus aisément. Ainsi trouvait-on des ateliers familiaux où l’on écrasait le cacao utilisé par les artisans chocolatiers locaux sur des pierres concaves chauffées. Les échoppes familiales des cordonniers étaient nombreuses et utilisaient de la main-d’œuvre issue du monde agricole selon les besoins. Le cuir destiné à la fabrication de chaussures, de sangles ou autres harnachements était tanné sur place.

Le travail du textile a aussi occupé une grande place dans l’histoire du village : quatre cents personnes en vivaient au début du XIXème siècle. Il exigeait l’activité de plusieurs métiers liés les uns aux autres. Ainsi en 1831 recensait-on à Hasparren : 213 duranguiers et laneficiers, 61 fileuses, 60 tisseuses, 15 tisserands, 15 laveuses et peigneuses de lin, 95 couturières et 25 brodeuses [6]. Un texte émanant de la Chambre d’Industrie et de Commerce de Bayonne daté de 1792 décrit le métier de duranguier et la double activité des agriculteurs haspandars :

« A Hasparren principalement, et dans quelques communes voisines, il y a un grand nombre de fabriques isolées d’étoffes, de laines grossières nommées capas, coutas et marrègues.

Leurs propriétaires, qui sont aussi cultivateurs, font eux-mêmes avec leurs familles presque toute la manipulation de ces fabriques.

La très majeure partie des laines qu’ils y emploient provient des troupeaux du pays et ils tirent le surplus des contrées espagnoles les plus voisines.

Les produits servaient à faire des capes pour les personnes, des couvertures pour le transport des marchandises et des sacs pour le grain et le sel. Ce qui n’est pas consommé dans le pays passe dans les contrées voisines, jusqu’aux ci-devant Languedoc, Quercy et Limousin. » [7]

Les produits fabriqués sont donc vendus sur le marché local relativement important et les surplus écoulés vers Bayonne et d’autres régions françaises.

Néanmoins, les conditions économiques vont se dégrader à partir de la dernière décade de la première moitié du XIXème siècle. En 1841, alors que se termine la première guerre carliste en Espagne, la frontière douanière jusque là située au sud des provinces basques sur l’Ebre, est ramenée à la frontière politique entre les deux états français et espagnol par décret de ce dernier [8]. Le coup est rude pour le commerce bayonnais qui va perdre de son influence ainsi que le marché local de Hasparren dont les ventes vont chuter rapidement. Cette crise se prolongeant, la situation de l’emploi à Hasparren va s’aggraver : le recensement de 1865 fait part de 630 personnes sans emploi.

Déjà entre 1831 et 1836, 875 personnes du canton de Hasparren avaient émigré vers l’Uruguay. La loi de conscription obligatoire va drainer vers le continent américain un grand nombre de jeunes du village. Les archives communales disposent des tableaux de recensement de 1855 à 1866 pour la formation de l’armée territoriale. Le tableau ci-dessous permet de se rendre compte de la saignée opérée par l’émigration dans certaines classes d’âge. 39,2% des jeunes sont portés absents car ils avaient émigré en Amérique du Sud principalement.

Tableau 14 : Recensement pour la formation de l’armée territoriale à Hasparren (1855-1866)

Année de

recensement pour la formation de l’armée territoriale

Nombre de jeunes haspandars recensés

Présents lors du recensement

Absents lors du

recensement car

émigrés

1855 (nés en 1835)

45

18

27

1856

41

19

22

1857

36

15

21

1858

51

29

22

1859

53

34

19

1860

45

27

18

1861

43

31

8

1862

35

25

10

1863

48

33

15

1864

33

25

8

1865

53

36

17

1866

44

24

20

TOTAUX

527

316

207

Source : Archives communales d’Hasparren.

Les destinations préférées sont surtout l’Argentine, Cuba et l’Uruguay dans une moindre mesure. Le tableau suivant permet d’apprécier les lieux choisis pour l’émigration. De véritables filières existaient, les exilés des générations antérieures appelant ceux des suivantes. Il faut rappeler également le rôle des agents d’émigration (ou rabatteurs) qui battaient les campagnes du Pays Basque et au-delà, faisant miroiter une vie meilleure à nombre de jeunes désoeuvrés ou promis à un avenir peu reluisant dans leurs villages. Nous reproduisons dans l’ annexe II ces listes d’émigrés de Hasparren d’où nous avons extrait les noms de ceux partis à Cuba; le nom de leur maison natale ainsi que leur profession apparaît : la proportion de cordonniers et de tanneurs est significative.

Tableau 15 : Destination des haspandars émigrants lors de leur recensement

(1855-1866)

Année

Nombre d’exilés

Buenos Ayres

La Havane

Monte

video

Mexico

CChili

Espagne

Puerto Cabello

1855

27

22

3

1

-

1

-

-

1856

22

19

1

2

-

-

-

-

1857

21

17

1

1

-

-

1

1

1858

22

14

4

2

2

-

-

-

1859

19

13

2

3

1

-

-

-

1860

18

13

2

2

-

1

-

-

1861

8

4

3

1

-

-

-

-

1862

10

8

2

-

-

-

-

-

1863

15

10

2

3

-

-

-

-

1864

8

8

-

-

-

-

-

-

1865

17

14

-

3

-

-

-

-

1866

20

16

4

-

-

-

-

-

Totaux

207

158

24

18

3

2

1

1

Source : Archives Communales d’Hasparren.

Cette hémorragie va se poursuivre durant des décennies et ce, jusqu’au XXème siècle dans les années cinquante. Les destinations resteront les mêmes en ajoutant au XXème siècle l’Etat de Californie aux Etats-Unis et le Chili comme lieux d’émigration préférés.

2) Des tanneurs haspandars dans l’Oriente

La petite colonie de tanneurs dont nous allons parler est numériquement réduite mais assez significative quant au fonctionnement des filières d’émigration. Il suffisait d’un ou de deux individus partis et installés dans le pays d’accueil pour permettre ensuite l’arrivée d’un groupe plus nombreux issu d’une même aire géographique.

C’est ce qui s’est produit dans l’ancienne province d’Oriente à Cuba dans la seconde moitié du XIXème siècle et les cinq premières décennies du XXème siècle. Durant près d’un siècle, des tanneurs venus de Hasparren vont faire prospérer l’industrie de la tannerie dans toute la région, devenant propriétaires des principaux établissements.

Nous aborderons plus avant l’histoire détaillée de ces tanneries à travers les portraits de leurs créateurs, mais attachons-nous pour l’instant à comprendre comment un tel réseau d’émigration vers Cuba a pu se constituer.

Nous l’avons vu dans le paragraphe précédent, Cuba constituait au XIXème siècle la deuxième destination préférée des jeunes haspandars, très loin derrière l’Argentine. Nous ne savons pratiquement rien sur ceux qui ont émigré dans la première moitié du siècle et des recherches approfondies seraient nécessaires pour parvenir à reconstituer leur parcours depuis Hasparren jusque vers Cuba. Un peu de chance et beaucoup de persévérance nous ont permis de retrouver la trace de certains émigrants des générations suivantes. Cette recherche s’apparente à un puzzle dont on assemble minutieusement les pièces en les retrouvant avec patience. Elle n’est en aucune manière une trouvaille fondamentale mais elle apporte un éclairage sur un pan de l’histoire locale. A notre sens, elle n’a de valeur que parce qu’elle révèle nos ancêtres, simples cadets de familles sans avenir assuré dans leur village qui ont écrit les plus belles pages de leur vie loin de chez eux.

Dans la bibliothèque de l’Université d’Oriente de Santiago de Cuba, nous avons trouvé au hasard de nos recherches un premier élément qui allait permettre la mise en place d’un véritable plan de recherche et surtout d’isoler une période dans l’histoire de l’émigration basque vers Cuba. Les résultats obtenus jusque là avaient été décevants car ils couvraient une période trop vaste allant de la conquête espagnole au XXème siècle.

Dans un ouvrage consacré à l’activité économique dans la province d’Oriente et intitulé Cuba contemporánea (1942) [9], un article était consacré à une tannerie de la ville de Gibara, près d’Holguín, appartenant à un certain Graciano Daguerre (voir annexe III). Ce nom ne pouvait nous laisser indifférent car il est assez courant dans le village de Hasparren. De plus, simple coïncidence ou fruit du hasard, une habitante du village vint nous trouver à la même période pour nous faire traduire une lettre envoyée par sa cousine habitant précisément Gibara qui se nommait Lahirigoyen et dont le père avait travaillé dans la tannerie de Graciano Daguerre !

Le même ouvrage faisait référence à d’autres personnes portant des noms basques et ayant tenu divers commerces dans la province d’Oriente. Il nous a été aisé de constater que tous ces patronymes étaient aussi ceux de plusieurs familles actuelles de Hasparren. Par exemple, dans le village de Banes où siègeait la fameuse United Fruit Company au Nord de Holguín, on signale la « Fábrica de curtidos[10] de Juan Hiriart ». Le nom est assez courant en Pays Basque des deux côtés de la frontière mais orthographié avec un « H » en début de mot, il nous indique que la personne est originaire du Pays Basque Nord; ce qui est confirmé par l’article consacré à cette personne : « … y su propietario es persona activa y laboriosa, originaria de Francia, encontrándose en Cuba desde hace varios años laborando activamente en negocios de esta naturaleza y labrándose por sí mismo una buena posición económica… ».

Hasparren compte bien des familles dont le patronyme est Hiriart tout comme dans d’autres villages du Pays Basque. Là encore l’article trouvé allait nous mettre sur la voie : « … Se encuentra casado el señor Hiriart con la señora María Blanque con la cual tiene cuatro hijos que se llaman Miguel, Juan, Olga y Elena que han heredado las ejemplares costumbres de su decente hogar… ». Ici plus de doute, une dame Blanque à Cuba mariée à un sieur Hiriart était assurément originaire de Hasparren. Une famille portant ce nom existe bien dans le village, nous la connaissons et le patronyme est cette fois-ci peu répandu. Des recherches postérieures à Hasparren auprès de la famille citée nous confirmèrent ces suppositions. Les archives du Consulat de France de Santiago de Cuba conservées aux Archives Diplomatiques de Nantes attestèrent du lieu de naissance des époux Hiriart et le témoignage d’un ancien ouvrier de la tannerie de Gibara nous apprit que Jean dit « Kayet » Hiriart avait travaillé dans les années vingt pour le compte de Graciano Daguerre avant d’ouvrir sa propre tannerie à Banes en 1929.

La liste des jeunes de Hasparren extraite des archives du Consulat (à consulter en annexe V) nous indique que la majorité d’entre eux donne deux adresses de tanneries pour lieu de résidence : soit celle de Graciano Daguerre à Gibara, soit la tannerie de Pedro Sondón (plus tard Pablo Lafitte) à Holguín (une carte en annexe IV précise l’emplacement des tanneries basques à Cuba). Les jeunes émigrants de Hasparren avaient donc deux points de chute avec du travail assuré dans la même région.

Comme nous le verrons plus loin, avant de devenir propriétaire de la tannerie de Gibara, Graciano Daguerre y avait travaillé pour le compte de Pedro Sondón qui, par la suite, en racheta une à Holguín. Ce dernier semble donc être à l’origine de l’arrivée de ces tanneurs de Hasparren qui se succéderont jusque dans les années cinquante. Voici leurs noms dans l’ordre chronologique de leur arrivée; nous présenterons en dernière partie de ce travail les conditions de leur installation :

Pedro Sondón, Antoine Sondón, Pierre Bidart, Gratien Daguerre, Pierre Darricau, Pierre Duhalde, Pascal Daguerre, Jean-Baptiste Hiriart-Urruty, Bernard Bacardatz, Jean-Baptiste Lahirigoyen, Jeanty Detchart, Paulin Lafitte, Jules Plantin, Adrien Cinqualbres, Jean Lafitte, Jean Hiriart, Laurent Detchart, Jeanty Detchart, René Etchegaray.

A Santiago de Cuba, il y eut une tannerie ayant appartenu dans la première moitié du XXème siècle à Jean-Baptiste Etcheverry, natif de La Bastide-Clairence (1874) et ayant vécu à Hasparren, mais nous ne pouvons pas affirmer qu’il a émigré à partir de la filière évoquée précédemment.

Cette liste est certainement incomplète mais elle est se base sur des recoupages entre archives diverses et entretiens réalisés avec les descendants de ces émigrants ou les anciens travailleurs des tanneries à Cuba et à Hasparren.

Nous avons pu également identifier d’autres Basques du Nord ayant émigré à Cuba, dans la zone orientale ou dans le reste de l’île. Beaucoup étaient des tanneurs.

- Pierre Hiriart (Camagüey)

- Barnetche (originaire d’Aïnhoa et propriétaire d’une tannerie à La Havane)

- Léon Curutchet (originaire d’Aïnhoa et ayant travaillé pour le précédent avant de s’employer pour la fabrique de rhum Darío de Santiago de Cuba)

- Millet (Holguín)

- François Mehax (originaire d’Aïnhoa et possédant un commerce à Holguín)

- Emile Mercatbide (né à Barcus et travaillant dans une centrale sucrière à Guantánamo)

- Jean-Pierre Elissalde (né à Espelette en 1902 et ayant travaillé dans une tannerie à Guantánamo)

- Pascal Duhalde (Tannerie Cazabon-Genin de Caibarién)

- Pierre Genin ( idem)

- Louis Genin (idem)

- Jean-Baptiste Cazabon (idem)

- Jean Cazabon (idem)

- André Cazabon (idem)

- Esteban Aguirre (idem)

- Jean-Baptiste Olhagaray, né à Souraïde (idem)

- Pierre Diharce, né à Espelette (idem)

- Pierre Etcheverry, né à Souraïde (idem)

- Candelé, né à Saint-Esteben (idem)

- Sauveur Cazabon (idem)

- Pierre Lartirigoyen, né à Espelette (idem)

- Gracie Zunzunegui, née à Bayonne (idem)

- Catherine Aguirre, née à Larressore (idem)

- Henriette Sallaberry (idem)

- Carmen Ilharreborde, née à Armendarits (idem)

- Philippe Tellechea, né à Ascain (Tannerie Tellechea de Caibarién)

- Dominica Paris, née à Saint Pée sur Nivelle (idem)

- Saint-Jean Mailharrancin (né à Saint Martin d’Arberoue)

- Marie-Léonie Mendiboure (née à Hasparren et épouse du précédent).

III/ DES TANNEURS D’IPARRALDE, EXEMPLES DE REUSSITE ET D’INTEGRATION

Il s’agit ici de retracer le parcours qui a conduit de jeunes gens du Pays Basque Nord vers Cuba à la fin du XIXème siècle ou au début du XXème.

Suivre leurs traces n’est pas toujours chose aisée car les archives et les quelques témoignages obtenus à travers des entretiens avec leurs descendants ne permettent pas toujours de reconstituer des biographies complètes.

Il nous a semblé cependant opportun de brosser quelques portraits de Basques implantés à Cuba qui, s’ils sont incomplets, n’en représentent pas moins des témoignages de réussite sociale. Ces jeunes émigrants d’origine modeste, puisque presque tous fils d’agriculteurs ont su prospérer par leur travail et s’intégrer dans la société cubaine.

Il serait injuste de ne parler que de ceux qui ont pu « faire fortune aux Amériques »; d’autres émigrants sont partis au même moment qu’eux et n’ont pas connu la même réussite économique; ils ont même travaillé pour eux et sont venus grossir les rangs de ceux qui ont quitté leur pays très jeunes et ne l’ont jamais revu.

Nous avons choisi d’évoquer la mémoire d’un haspandar, Gratien Daguerre parti à la fin du XIXème siècle, alors que l’île est encore sous domination espagnole. Puis nous nous intéresserons à d’autres jeunes Basques émigrés au début des années vingt : deux haspandars installés dans l’Orient cubain, Jean-Baptiste Lahirigoyen et Paulin Lafitte. Deux frères natifs de Guéthary, Jean et André Cazabon, émigrés à Caibarién dans l’ancienne province de Las Villas, dirigèrent la plus grande tannerie de Cuba. Celle-ci n’étant pas située dans la partie orientale de l’île, nous nous contenterons d’évoquer les liens qui unirent cet établissement à ceux de l’Oriente.

Le point commun de ces émigrants est d’avoir dirigé des établissements renommés dans l’industrie du cuir à Cuba. Les chemins de ces Basques tanneurs se croisent souvent - comme nous le verrons - dans la période que nous allons considérer et qui va du début du XXème siècle jusqu’à la fin des années cinquante.

1) A Gibara : Graciano Daguerre

a) Gratien Daguerre

Gratien Daguerre est né à Hasparren le 20 juillet 1874 dans la maison Malexiatea au quartier Hasquette. Il était le fils de Baptiste Daguerre, cordonnier de son état et de Jeanne Londaïtzbéhère. Ses deux grand-pères étaient également cordonniers. La maison familiale était une ferme. On peut supposer que Baptiste Daguerre était de ces nombreux haspandars qui partageaient leur journée de travail en deux : ouvrier dans un atelier de cordonnerie le matin et agriculteur le reste de la journée. Gratien Daguerre a donc dû participer dès son plus jeune âge aux travaux de la ferme familiale et apprendre également les rudiments de la transformation des peaux en cuir ainsi que l’usage que l’on faisait de ce dernier. En effet, il était très courant dans les ateliers de cordonnerie de donner du travail à faire à la maison; celui-ci était souvent exécuté par les femmes et les enfants.

Les archives communales concernant le recensement des hommes pour la formation de l’armée territoriale étant incomplètes, il ne nous a pas été possible de vérifier si Gratien Daguerre était présent à Hasparren lors de son recensement pour la conscription militaire en 1894 lorsqu’il avait vingt ans. Cependant, tout semble indiquer qu’il était absent car sur les registres d’immatriculation du Consulat de France de Santiago de Cuba, dans la colonne « Situation militaire », il est indiqué « soumission du 6 mai 1914 », date de sa première immatriculation.

La date et les conditions de son départ sont toujours à déterminer mais nous pensons qu’elles ont probablement été stimulées par la présence d’une connaissance – ami ou membre de la famille- déjà émigré dans le pays en question. Les recherches entreprises tant au Pays Basque qu’à Cuba laissent à penser qu’il a émigré à Cuba, dans la province d’Oriente et dans le village côtier de Gibara parce qu’il y connaissait quelqu’un.

La piste familiale aboutit clairement dans les Caraïbes; en effet, il y a bien eu des Londaïtzbéhère émigrés à Cuba quelques années auparavant (Dominique en 1855, Jean-Baptiste en 1858 et un autre Dominique en 1866 manquent à l’appel des conscrits et sont signalés comme émigrés à La Havane (Voir annexe II). Dominique Londaïtzbéhère né le 18 juillet 1835 de Dominique Londaïtzbéhère et de Dominica Larre était le frère de Jeanne Londaïtzbéhère née le 13 octobre 1838 et mère de Gratien Daguerre.

Gratien Daguerre a-t-il émigré à Cuba parce que son oncle maternel s’y trouvait déjà et qu’il lui proposait du travail ? Est-il parti seul ou a-t-il voyagé accompagné ? Pourquoi Cuba alors que la majorité des jeunes de son époque choisissent d’émigrer vers l’Argentine ? Des recherches futures plus poussées nous permettront sans doute de répondre à ces questions. Nous serions tentés de dire qu’il est parti d’Hasparren en compagnie d’un dénommé Pierre Darricau, né le 2 février 1873 à Hasparren dans la maison Kurutzaldia au quartier Peña qui est distante de quelques centaines de mètres de la maison natale de Gratien Daguerre. En effet, la petite-fille de Pierre Darricau, Belkis[11] , retrouvée à Gibara, nous a affirmé que son grand-père avait travaillé toute sa vie dans la tannerie de Gibara avec G. Daguerre. Si tel était le cas, nous pourrions dater leur départ aux alentours de 1893-1894, soit lorsque les deux hommes avaient vingt ans. Belkis qui vit aujourd’hui dans la maison qu’habitait Gratien Daguerre à Gibara nous a affirmé que son grand-père était un vétéran de la guerre d’indépendance (1895-1898) et qu’il avait combattu avec les mambis[12]. Cet élément semble donc nous donner raison quant à la date approximative de l’arrivée de Daguerre et Darricau à Cuba.

Daguerre n’était pas passé par le Consulat de France à Santiago de Cuba lors de son arrivée à Cuba (sa première immatriculation datant, nous l’avons dit du 6 mai 1914, quelques mois avant le déclenchement de la Première Guerre Mondiale). On ne retrouve sa trace que le 19 novembre 1902, date de son mariage avec María Crescencia Lamorena. Le frère de cette dernière, Agustín Lamorena travaillait dans l’unique tannerie de Gibara avec Gratien Daguerre au tout début du XXème siècle. Cette tannerie était la propriété de Pedro Sondón Alberiche (déformation de Arbeletche), lui-même natif d’Ayherre, village distant d’Hasparren d’à peine trois kilomètres. Daguerre connaissait-il Sondón ? S’est-il rendu précisément à Gibara car Sondón l’y avait appelé ? On ne peut l’affirmer avec précision mais cette hypothèse est probable. Lorsque quelques années plus tard, Gratien Daguerre deviendra propriétaire de la tannerie et en fera l’industrie la plus prospère de la région, il n’aura de cesse que de faire venir des jeunes d’Hasparren pour travailler avec lui. Voulait-il leur faire revivre sa propre expérience ? Pensait-il que les haspandars étaient les dépositaires d’un savoir-faire et qu’eux seuls pouvaient lui permettre de faire prospérer sa tannerie ?

b) Gibara

Gibara est une ville de la côte septentrionale de Cuba, dans la province d’Holguín, ancienne province d’Oriente. Elle couvre une superficie de 230 km² et a été fondée en 1817. Le port de Gibara est devenu le port d’Holguín par Décret Royal du 23 décembre 1821 : « Se declara puerto de 3a clase el de Gibara, jurisdicción de Holguín, en la Isla de Cuba »[13] . Il n’était pas réputé pour sa qualité (l’un des plus inconfortables de la côte Nord selon les historiens) car ouvert aux vents du nord et de faible tirant d’eau. Il a la forme d’une coquille dont la circonférence serait de huit kilomètres. Enfin, l’entrée du port a une largeur estimée à 1100 mètres. Est-ce pour cette raison que l’activité portuaire n’y a jamais été florissante ? Voici, pour illustration, le mouvement de bâtiments provenant de l’île et de l’étranger sur une trentaine d’années.

Tableau 16 : Mouvement des navires dans le port de Gibara (1827-1858)

ANNEE

NATIONAUX

ETRANGERS

1827

14

6

1830

35

7

1840

49

12

1850

18

14

1858

40

34

Source : H. Leyva y Aguilera, Gibara y su jurisdicción, 1897

L’activité portuaire de Gibara commença à décliner lorsque l’Espagne perdit sa souveraineté sur l’île à la fin du XIXème siècle. Le déclin du port coïncida pratiquement avec l’inauguration de la ligne ferroviaire Holguín-Gibara le 4 avril 1893. Le chemin de fer vit le jour grâce à un riche commerçant de Gibara, Javier González Longoria qui, à la tête de la « Junta Gestora Pro Ferrocarril » oeuvra pour sortir sa ville de son état d’enclavement. Démarrés le 31 mai 1889, les travaux durèrent quatre ans [14]. Si durant sept décennies l’essentiel des opérations commerciales et du trafic de passagers s’était effectué par le port, le train allait désormais supplanter les bateaux à vapeur. La voie commerciale Holguín-Gibara allait devenir la plus importante de la région orientale de Cuba en cette fin de siècle. La tannerie de la ville allait même écouler sa production par le biais de ce nouveau mode de transport, situé à proximité.

La région d’Holguín est une zone à vocation essentiellement agricole; au XVIème siècle on y trouve déjà: « quince ingenios pequeños de caña de azúcar »[15]. Au XIXème siècle, on relève 155 plantations de tabac et tous les produits en provenance de la région et des plaines environnantes d’Holguín vont être exportés par le port de Gibara : sucre, tabac, maïs, noix de coco, bananes, manioc, café, bois, yarey [16] et cuirs. Ces derniers étaient fabriqués dans les quelques tanneries de la région et les peaux provenaient des nombreux élevages de bovins, autre activité traditionnelle de la région.

Lors du recensement de 1852, la juridiction de Gibara [17] comptait 8469 habitants. En 1858, ils étaient 6 702, dont 753 esclaves et 5 273 blancs. On y trouvait 4 français.

Lors du recensement de 1864, les chiffres avaient évolué de la manière suivante : 8 840 habitants, dont 7 012 blancs. Seuls deux français étaient signalés (un seul en 1861) et nous pensons qu’il s’agit de Basques ayant fondé la tannerie comme nous le verrons plus loin.

Nous ne pouvons terminer cette description succincte de Gibara au XIXème siècle sans évoquer l’impression que laisse au voyageur ce petit territoire de Cuba. Dans son ouvrage cité précédemment, Herminio Leyva y Aguilera, historien local du XIXème siècle, soutenait la théorie selon laquelle Christophe Colomb était entré à Cuba par la baie de Gibara le 28 octobre 1492. La description de la terre qu’il découvre et les détails qu’il en donne dans son journal de bord correspondent exactement selon lui à la configuration du port de Gibara. En fait, l’histoire officielle veut que l’Amiral ait posé le pied à Cuba par la baie de Bariay distante d’à peine six kilomètres de la baie de Gibara. Force est de constater que le panorama offert dans la baie est d’une rare beauté. On pourrait même nous reprocher un manque d’objectivité en affirmant que ne fussent-ce les palmiers que l’on trouve çà et là, on se croirait transportés de l’autre côté de l’Atlantique, sur la Côte Basque : la situation géographique de la baie de Gibara et son orientation la soumettent à des vents toute l’année, même en été. Des pins évocateurs se trouvent même près de la mer et se déclinent en de multiples variétés.

Le voyageur ressentira une impression de beauté similaire s’il arrive à Gibara par la route reliant la ville à la capitale de la province, Holguín.

L’élément naturel étant un facteur d’acclimatation fondamental chez l’émigrant, les conditions climatiques, le relief et la végétation environnante ont favorisé l’installation des Basques à Gibara.

Un autre facteur déterminant pour la sédentarisation d’un émigrant est l’assurance de pouvoir travailler. Nos haspandars émigrants ont trouvé dans la tannerie du village un endroit où envisager le futur avec sérénité et où mettre en pratique un savoir-faire ramené de leur lointaine patrie basque.

c) La tannerie de Gibara

Directement liée à l’histoire de son repreneur, la tannerie de Gibara a prospéré grâce à Graciano Daguerre pendant une cinquantaine d’années.

Les archives de Gibara attestent de la présence d’une tannerie en 1861 ainsi que de trois fabriques de chaussures. Nous l’avons vu, le recensement de 1864 révèle la présence de deux français et d’une tannerie « con 3 curtidores y 328 cueros »[18] . Nous pensons pouvoir affirmer avec certitude que ces deux français sont Carlos Guitay et Ignacio Choribit. Les archives notariales de Gibara nous ont permis de découvrir le document par lequel les deux hommes (et un tiers pourvoyeur de fonds) déclaraient que « tienen formada sociedad en una tenería que tienen establecida los dos primeros en esta población y en los confines de la calle de la Marina… » (nous avons reproduit en annexe V l’ acte notarié de création de la tannerie).

Force est de constater que nous ne savons que peu de choses de ces deux Français dont les prénoms apparaissent en espagnol. Il existe bien à Hasparren une famille Choribit et ce patronyme est peu courant au Pays Basque. En 1831, trois membres de cette famille étaient propriétaires de trois tanneries différentes dans le village. Au XXème siècle, Jean-Pierre Choribit émigré au Chili exploitera une tannerie dans la ville de Chillán permettant à plusieurs

jeunes d’Hasparren de trouver du travail dans leur nouveau pays d’adoption.

Deux décennies plus tard, la tannerie est entre les mains de Pedro Sondón Alberiche (Arbeletche), né le 26 décembre 1852 à Ayherre, village voisin d’Hasparren. Sa petite-fille, Elisabeth Cinqualbres rencontrée à Holguín [19] pense que son grand-père est arrivé à Cuba aux alentours de 1870. Les conditions de son émigration nous sont mal connues. Connaissait-il le premier propriétaire de la tannerie de Gibara, Ignacio Choribit ? L’état actuel de nos recherches ne nous permet pas de l’affirmer. Toujours est-il qu’il est entré à Cuba par le port de Gibara, qu’il a travaillé à la tannerie et qu’il aurait émigré avec deux de ses frères. L’un s’embarqua pour l’Argentine et l’autre, Antonio, surnommé « El cojo » (émigré le 5 juin 1883 selon les registres de l’agent d’émigration Guillaume Apheça) resta travailler avec lui à la tannerie. En 1885, Pierre Bidart de la maison Lukuia d’Ayherre émigra vers Gibara à l’âge de dix-huit ans et travailla longtemps dans la tannerie de la ville avant d’ouvrir la sienne à Banes.

Selon les dires de son arrière petit-fils, Pablo de Armas Lafitte, Pedro Sondón aurait commencé à travailler pour le compte des premiers propriétaires de la tannerie sans véritable salaire. Lorsqu’un jour il réclama son dû, les associés lui avouèrent qu’ils étaient ruinés et lui laissèrent le titre de propriété de la tannerie pour tout dédommagement.

Passés les premiers moments de découragement (il dit avoir pensé au suicide), il se ressaisit et acheta une charrette à bras avec laquelle il s’employait sur les quais du port la nuit. Pendant la journée, il travaillait dur à la tannerie. Il réussit ainsi à prospérer au point de posséder également une fabrique de briques, une autre de savon et de nombreuses propriétés agricoles. La fortune qu’il amassa lui permit d’acheter une tannerie à Holguín avant de céder la sienne à Gratien Daguerre.

A Gibara en 1891, il épousa Antonia Rodríguez Leyva, née en 1871 et de dix-neuf ans sa cadette. Ils eurent douze enfants dont deux filles qui épousèrent deux haspandars émigrés à Cuba au début des années vingt. Pedro Sondón mourut le 3 mai 1928 en laissant sa tannerie d’Holguín entre les mains de son gendre Pablo Laffite dont nous parlerons ultérieurement.

d) Graciano Daguerre

Devenu propriétaire de la tannerie en 1895, « don Graciano », comme on l’appelle désormais, n’aura de cesse que de la faire prospérer. Il y travaillera sans relâche, transformant les bâtiments (il construira une aile pour entreposer les cuirs et une autre pour loger les ouvriers qu’il fera venir d’Hasparren) et introduisant peu à peu des machines modernes. Il connaît bien le travail : il a appris le processus de fabrication chez lui au Pays Basque et quelques années de travail à Cuba lui ont permis de se familiariser avec les spécificités de la tannerie cubaine.

La tannerie de Gibara était spécialisée dans le tannage de cuirs destinés à la confection de semelles pour les souliers : le produit fini était donc dur et épais. D’anciens travailleurs de la tannerie nous ont indiqué qu’ils avaient bien fait du cuir à partir de peaux de chèvres ou de « majá »[20] mais qu’il s’agissait de travaux peu courants réalisés sur commande.

Le travail à la tannerie était dur et essentiellement fait à la main. Hormis les foulons, la première machine ne fut introduite qu’en 1936. Il fallait passer de longues heures les pieds dans l’eau, respirer un air chargé d’odeurs nauséabondes et écouler la production. Les peaux provenaient de l’abattoir local situé à l’autre extrémité de la ville, à l’emplacement de la piscine municipale actuelle. On les ramenait sur des charrettes tirées par des chèvres et étaient entreposées dans un hangar. Après avoir été convenablement salée au gros sel pour permettre sa conservation, chaque peau était pliée en quatre, avec les poils vers l’extérieur et la chair vers l’intérieur.

Pour l’épilage, les peaux étaient mises à tremper dans des fosses avec de l’eau mélangée à de la chaux. Graciano Daguerre connaissait ce procédé puisqu’il était aussi utilisé au Pays Basque. Dans un terrain contigu à la tannerie, il avait construit des fours à chaux et produisait donc sur place cet élément nécessaire à la transformation des peaux en cuir. Mises à tremper dans ce mélange d’eau et de chaux, les peaux perdaient tous les poils. Pour l’écharnage, Graciano et ses ouvriers utilisaient des couteaux spéciaux à deux manches. La chair récupérée était passée dans une presse et revendue pour en faire de la colle aux Etats-Unis.

Le tannin n’était plus l’écorce de chêne mais provenait d’une essence très répandue dans la baie de Gibara : le manglier. La feuille d’une de ces variétés de mangliers appelée «patabán » [21] était utilisée pour le tannage une fois triturée et l’écorce du même patabán servait à donner une couleur rougeâtre au cuir. Un autre arbre utilisé dans la tannerie à Cuba était le "quebracho", appelé également "quiebrahacha" ou encore jabí.

Les peaux étaient ensuite coupées en deux, « para separar la culata y la cabeza », selon les termes de Toñito Chacón [22] (88 ans lors de l’entretien) qui a commencé à travailler à la tannerie en 1935. Elles étaient replongées dans les fosses remplies d’eau avant d’être introduites dans les foulons (appelés « bombos ») pour leur donner la couleur désirée. Enfin, la dernière opération était le séchage pour lequel tous les cuirs étaient étalés. Pour leur expédition, ils étaient assemblés et reliés avec du fil d’acier avant d’être mis en rouleaux.

Pour faire face à la demande des fabriques de souliers de la région et des cordonniers locaux, Graciano Daguerre faisait venir des cuirs de tous types et de toutes couleurs des deux tanneries de Caibarién, dans la province de Santa Clara ( celles des Genin-Cazabon et de Telletchea).

Au plus fort de son activité dans les années quarante, elle comptait une vingtaine d’ouvriers et traitait 800 peaux par mois.

Comme mentionné précédemment, Graciano Daguerre fit comme beaucoup de ses compatriotes émigrés « qui avaient fait fortune aux Amériques » en faisant venir auprès de lui des jeunes haspandars qu’il connaissait. C’est une tendance que l’on retrouve dans tous les pays où les Basques ont émigré. Besoin d’avoir des témoins de sa réussite sociale ? Confiance inébranlable dans le savoir-faire des gens du pays natal ? Envie de faire partager cette réussite ? C’est peut-être un peu tout cela à la fois.

Combien de jeunes haspandars Daguerre a-t-il attiré à Gibara ? Nous ne sommes pas certains d’avoir pu tous les identifier mais les entretiens réalisés tant à Hasparren qu’à Gibara ainsi que l’analyse des archives locales ou consulaires nous ont permis d’établir une liste qui doit être proche de la réalité. Ainsi les premiers noms sur la liste sont-ils ceux de membres de la propre famille de G. Daguerre. Son frère Pascual a travaillé à la tannerie une trentaine d’années avant d’ouvrir un magasin de maroquinerie à Holguín en 1936. Né le 13 avril 1879, il a émigré à Gibara vers 1903. Sur la tombe de la famille Daguerre à Gibara nous avons trouvé le nom de Jean-Baptiste Hiriart-Urruty Daguerre. Il s’agissait d’un neveu de Graciano, né le 24 janvier 1890 et décédé à Gibara le 31 mai 1917. C’était le fils de Catherine Daguerre, la tante de Graciano.

En 1921, Jean-Baptiste Lahirigoyen de la maison Mentaxuria au quartier Peña (dont nous parlerons dans le paragraphe suivant) et Bernard Bacardatz de la maison Claveritea rejoignent G. Daguerre et entrent à Cuba par le port de Gibara. Bacardatz ne restera que quelques années avant de rentrer en France et de s’installer à Biarritz d’où il entretiendra par la suite une correspondance avec son ami J.B. Lahirigoyen ( deux lettres datées du 13 novembre 1929 et du 9 février 1935 adressées à J.B. Lahirigoyen et retrouvées à Gibara l’attestent).

En 1923, Adrien Cinqualbres de la maison Betirigastenia né le 29 mars 1909 émigre à Gibara alors qu’il est à peine âgé de quatorze ans. Il y travailla quelques années puis s’installa à Holguín où il épousa Berta Sondón, l’une des filles de Pedro Sondón en 1930. Après avoir ouvert sa propre tannerie de cuirs fins, il perdit tout ce qu’il avait dans les paris de combats de coq et termina sa vie professionnelle dans la tannerie d’un autre français installé à Manzanillo, Joseph Lassalle, natif de Sauveterre de Béarn.

Trois autres haspandars travaillèrent plusieurs années avec Graciano Daguerre : il s’agit de Pierre Bidart, de Jean Hiriart du quartier Peña (qui plus tard ouvrirent chacun une tannerie à Banes, un autre port près de Gibara) et de Pedro Duhalde, natif d’Ayherre.

Durant cette première moitié du XXème siècle Graciano devint l’homme le plus riche de Gibara. Il possédait une centaine de maisons dans la ville, une exploitation agricole de 32 caballerías[23] , « la Gibarita » et était un homme respecté. Il était membre des sociétés les plus en vue comme la Colonia Española mais n’y assistait guère, préférant le jeu de cartes chez lui (il jouait selon sa filleule au « tresillo » et était passionné par les jeux solitaires).

Il travaillait à la tannerie comme ses ouvriers, ne rechignant pas à effectuer les travaux les plus sales et les plus rebutants. En le voyant, d’aucuns auraient pu penser qu’il s’agissait d’un travailleur de Graciano Daguerre. Il traitait également avec les représentants des sociétés avec lesquelles il était en affaires car la tannerie écoulait sa production dans tout le pays et exportait même ses cuirs vers l’Angleterre.

Une anecdote racontée par sa belle-fille ainsi que par un autre habitant de Gibara permet de cerner le caractère de G. Daguerre. Un jour, alors que la ligne ferroviaire Holguín-Gibara fonctionnait encore (elle a disparu de nos jours), un représentant descendit du train. Il se rendait à la tannerie et avait rendez-vous avec Graciano. Comme à chaque arrivée de train, des gibareños quelque peu dépenaillés aidaient les voyageurs à descendre leurs bagages et à les leur porter dans l’espoir de gagner un peu d’argent. A peine eut-il posé le pied sur le quai que notre homme en costume tiré à quatre épingles et parfumé comme il se devait était pris en charge par un homme mal habillé, sale et sentant très mauvais. Notre voyageur lui indiqua l’adresse à laquelle il se rendait et le couple dépareillé prit la direction de la tannerie toute proche. Le portefaix conduisit son client dans le bureau de la tannerie vide à ce moment-là, déposa sa valise, perçut son pourboire et disparut. Quelques instants plus tard Nino Daguerre apparut annonçant que son père allait recevoir le représentant. Effectivement Graciano entra dans un costume blanc, serrant chaleureusement la main de notre homme stupéfait de voir que le porteur de son bagage et le propriétaire de la tannerie n’étaient qu’un seul et même homme !

Graciano Daguerre aimait la compagnie des enfants: souvent alors qu’il marchait dans les rues de la ville et que des enfants se mettaient devant lui, il brandissait sa canne et les repoussait paternellement en disant dans un espagnol teinté de français : « ¡Quítense del medio, que aquí venir yo ! »[24]

Graciano avait également une attitude paternaliste et débonnaire.. Il aida financièrement plusieurs de ses ouvriers et essayait de résoudre leurs problèmes. Selon Annie Roche[25] cette pratique est héritée de la profession des tanneurs et des fabriquants de chaussures. Graciano y tenait et il mit un point d’honneur à loger tous les jeunes qu’il faisait venir d’Hasparren ainsi que tous les ouvriers célibataires de la tannerie dans une aile destinée à cet effet. Une gouvernante d’origine espagnole s’occupait de leurs repas et de leur linge.

Derrière la tannerie une aire était même aménagée pour la pratique de la pelote basque. Mirtha Gurri Leyva, filleule de Pascual Daguerre se souvient d’avoir vu dans les années trente les Basques de la tannerie jouer à la pelote.

« con el aparato ese, una cesta ; eran cuatro y jugaban en pareja. Yo nunca había visto jugar eso ; lo vi por televisión, hace poco, en La Habana. »[26] .

Difficile de s’expatrier totalement et d’abandonner ses coutumes. Les émigrés parlaient cependant peu le basque entre eux. Tous les témoignages recueillis confirment qu’à part quelques rares exceptions, ils glissaient rapidement vers l’espagnol ou conservaient le français.

Graciano s’était marié le 19 novembre 1902 avec María Crescencia Lamorena. Ils eurent une famille très nombreuse : huit enfants, dont sept survécurent. Il y avait cinq garçons : Jean, dit Pepín, Graciano (décédé le 22 janvier 1908), Gratien, dit Nino, Melquiades et René. Les filles étaient Crescencia, Flavie, dite Flora et Marie Anne, dite María. Seuls Nino et Melquiades travaillèrent à la tannerie avec Graciano.

Graciano Daguerre conserva sa nationalité française et choisit d’éduquer ses enfants en Europe. Ainsi Nino fit-il des études de comptabilité à Paris et la famille faisait de fréquents voyages entre Gibara, Hasparren et Fontarrabie où Graciano vécut plusieurs années. C’est d’ailleurs là que se trouvait pratiquement toute sa famille lorsque la mort le surprit à Gibara le 22 décembre 1950.

Outre sa volonté et sa dureté au travail, Graciano ramena du Pays Basque une foi inébranlable. Si aujourd’hui les gibareños ont en mémoire le richissime français venu sans un sou, ils se souviennent avant tout du fervent catholique. Pas une messe à laquelle n'assistait notre haspandar émigré, pas une communion où les enfants ne se voyaient offrir leur costume et autres goûters. Dans les années vingt il décida de commander à Naples en Italie une cloche pour l’église de Gibara. Il avait socialement réussi, avait une famille nombreuse et unie et voulait ainsi marquer d’une manière spéciale son attachement à sa terre d’adoption ainsi que sa reconnaissance envers Dieu qu’il associait constamment à ses succès. Il s’agissait d’un présent d’une valeur inestimable pour l’époque et lors de son inauguration de véritables festivités furent organisées. Voici ce qui est gravé sur cette cloche qui depuis plus de quatre-vingts ans rythme la vie des gibareños :

Don Graziano Dagnerre

DONO A. D. 1929

PREMIATA FONDERIA

DITTA

SALVATORE NOBILIONE

SUCCESSORE

CARMINE CAPEZZUTO

NAPOLI

(ITALIA)

Le nom de Graciano a été mal orthographié en Italie puisqu’un N apparaît à la place du U mais qu’importe, le mécène avait fait œuvre d’immortalité. Son nom restait à tout jamais lié à celui de Gibara et de Cuba. Hasard de l’histoire ? Aujourd’hui le petit-fils de Daguerre prénommé également Graciano a l’insigne honneur de faire sonner la cloche pour appeler à la messe ou lors des fêtes religieuses.

Graciano démontrait également cet attachement à la religion lorsqu’il revenait au Pays Basque : des membres de sa famille vivant à Hasparren nous ont affirmé que les orgues de l’église du village ont été en grande partie financées par un don de Graciano.

Il manifesta également son attachement à sa terre natale en achetant plusieurs maisons ainsi que des terres dans le village : la preuve suprême de la réussite sociale pour un émigrant aux yeux de ses pairs.

2) Juan Bautista Lahirigoyen

Jean-Baptiste Lahirigoyen est né le 4 novembre 1898 à la maison Mentaxuria au quartier Peña d’Hasparren. Son père, Jean-Baptiste Lahirigoyen était laboureur et sa mère, Elisabeth Lapeyrade, ménagère. Il travailla très tôt dans la petite exploitation familiale.

Ayant reçu une éducation religieuse, il semblait se destiner à une carrière cléricale : il disait avoir étudié au séminaire et savait le latin. Son degré d’instruction est attesté par son livret militaire conservé par sa fille Martha à Cuba : il avait le niveau 3. C’est-à-dire qu’il savait lire, écrire et compter, ce qui était rare à l’époque [27] .

Mobilisé au mois de mai 1917 au 18ème Régiment d’Infanterie, il passa au 144ème Régiment d’Infanterie en opération en Orient à la fin de la guerre. « Soldat d’un dévouement absolu et d’un courage exemplaire » tel qu’il est stipulé sur son livret militaire, il reçut la Croix de Guerre, étoile de bronze. Il fut démobilisé au mois de mai 1920.

Jean-Baptiste émigra à Gibara en 1921 appelé par Graciano Daguerre. Celui-ci connaissait ses qualités de travailleur et lui promit un bon salaire dans une activité rentable à cette époque-là. Elisabeth Cinqualbres nous a affirmé que son père Adrien était arrivé la même année à Cuba pour travailler dans la tannerie de Graciano Daguerre et qu’il avait voyagé avec J.B. Lahirigoyen. Ce garçon de quatorze ans a dû voyager accompagné mais nous doutons qu’il l’ait fait en compagnie de Lahirigoyen car les registres consulaires de Santiago de Cuba indiquent que Cinqualbres n’a obtenu son passeport qu’en 1923. Nous pensons plutôt qu’il a effectué la traversée avec Graciano Daguerre alors que celui-ci rentrait de l’un de ses nombreux voyages dans sa terre natale. Ce dont nous sommes certains c’est que Lahirigoyen a voyagé en compagnie de Bernard Bacardatz car les deux se rendent ensemble au consulat français de Santiago de Cuba peu après leur arrivée. Les deux hommes travailleront ensemble à la tannerie de Gibara et conserveront leur amitié même après le retour en France de Bacardatz quelques années plus tard.

Les deux hommes étaient logés à la tannerie avec les autres ouvriers. La journée de travail commençait très tôt et était longue. Ayant le goût des études et une envie irrépressible de progresser, Jean-Baptiste suivait des cours du soir dans une école tenue par des religieux où il obtint l’équivalent du baccalauréat. Plus tard il suivit des cours de comptabilité dans une académie internationale.

Un an après son arrivée à Gibara, il reçut un câble l’informant du décès de sa mère. Il en fut très affecté, projeta de rentrer au pays mais repoussa finalement le voyage. Il ne quitta jamais plus Gibara même s’il parlait souvent d’Hasparren et de Bayonne à ses enfants.

J.B. Lahirigoyen travailla toute sa vie dans la tannerie de Gibara et devint rapidement l’homme de confiance de Daguerre. Les deux hommes s’estimaient mutuellement. Il fut également le chef de production de l’entreprise lors de la période révolutionnaire. Cinquante années durant il participa ainsi au développement et au maintien de la tannerie.

Il épousa María Rosa Cruz Gil en 1930 et ils eurent trois enfants, Golbert, né en 1932, Marta, née en 1934 et Isabel, née en 1942. Outre le travail à la tannerie, Jean-Baptiste s’employait à de multiples tâches : il fit fonctionner les fours à chaux que Graciano Daguerre avait quelque peu abandonnés derrière la tannerie. Il donnait à son patron la quantité nécessaire au tannage des cuirs et vendait le reste pour la construction. Il put s’acheter un camion pour faire des livraisons et l’utilisa également pour aller chercher du bois qu’il coupait pour en faire des poteaux ou des piquets pour clôtures qu’il livrait jusqu’à Bayamo dans le sud de la province d’Oriente. Il se sacrifia pour que sa famille vive décemment et pour que ses enfants reçoivent une bonne éducation. Ces derniers eurent droit aux cours de piano, de mécanographie, d’anglais et de français réservés aux enfants des classes favorisées.

Jean-Baptiste tenait aussi à ce que ses enfants reçoivent une éducation religieuse. Marta se souvient qu’il les obligeait à assister au service religieux: à la première messe de la journée et non à la deuxième ! Même lors de la traditionnelle procession en l’honneur de la Vierge de la Caridad del Cobre [28] : il fallait s’y présenter dès quatre heures du matin.

J.B. Lahirigoyen recevait régulièrement des lettres de sa famille : son père, ses frères et sœurs lui écrivaient et il entretenait une correspondance suivie avec eux. Une trentaine de lettres écrites en basque et retrouvées à Gibara sont un témoignage intéressant de la vie d’une famille d’agriculteurs à Hasparren durant l’entre-deux guerres. A travers ce courrier qui tardait parfois à arriver, Jean-Baptiste apprit successivement le remariage de son père, le décès par maladie de Jean son frère et confident, les difficultés persistantes de l’activité agricole à Hasparren, la déportation en Allemagne de son frère Bernard, etc. Ainsi, ces informations sur la vie familiale lui donnèrent-elles l’impression de garder un lien avec sa terre natale. Ses enfants ont continué à le maintenir : Marta a correspondu avec sa cousine d’Hasparren, Mayi Sallaberry, demi-sœur de Jean-Baptiste car née en 1929 du remariage de son père.

En 1941, Graciano Daguerre décida de rentrer en Europe pour plusieurs années. Il confia à J.B. Lahirigoyen les destinées de la tannerie lui promettant de lui donner un pourcentage des bénéfices à son retour. Lorsque Graciano revint à Gibara en 1948, il eut la désagréable surprise de voir que ses deux fils Nino et Melquiades avaient dilapidé une partie de sa fortune et il ne put tenir la parole donnée à Jean-Baptiste. Deux ans plus tard, il demanda à ses deux fils de « arreglar las cuentas de Bautista y de hacerle un buen regalo porque es un buen trabajador. » Mais Jean-Baptiste ne vit jamais son dévouement et ses efforts récompensés.

Lorsque le gouvernement révolutionnaire saisit la tannerie et tous les biens de ses propriétaires, l’entreprise resta fermée quelque temps. Jean-Baptiste dut même payer la maison que Graciano lui avait donnée. La pénurie était grande à cette époque et tout travail rentable était le bienvenu pour améliorer le quotidien. La fille de Jean-Baptiste, Marta venait de commencer sa carrière d’enseignante. Elle était la seule à avoir un salaire et devait donc subvenir aux besoins de ses parents. Elle eut l’idée d’offrir à son père des peaux pour qu’il puisse relancer l’activité de la tannerie. Jean-Baptiste qui avait atteint l’âge de la retraite se retrouva chef de production de l’entreprise qu’il avait toujours connue. Il fut plusieurs fois « Vanguardia Nacional » [29] et son savoir-faire était reconnu. La tannerie continua de fonctionner jusque dans les années soixante-dix avec sept employés avant d’être transformée en fabrique de chaussures.

Même à l’âge de la retraite Jean-Baptiste continua à s’instruire. Il s’inscrivit aux cours de la « Escuela Obrera Campesina », eut sa fille pour professeur et obtint son diplôme.

Jean-Baptiste travailla jusqu’en 1972 et tomba malade. Il fut opéré d’un cancer et mourut le 26 septembre 1973.

Son histoire peut sembler des plus banales mais l’homme nous semble être l’archétype du jeune Basque pétri de qualités, à l’esprit aventureux, exilé loin de sa patrie dans l’espoir d’y faire fortune et qui a contribué à écrire l’histoire da sa patrie américaine d’adoption.

3) A Holguín : Pablo Lafitte

Pablo Lafitte est de ces basques émigrés à Cuba qui ont marqué leur passage d’une empreinte indélébile. Toute sa vie fut marquée par des valeurs qu’il portait au-dessus de tout : le travail, la famille, le patriotisme.

a) Paulin Lafitte

Paulin Lafitte est né le 2 septembre 1902 à la maison Larregainbeheria à Hasparren. Son père, Martin, était charpentier et sa mère, Jeanne Detchart, ménagère. Pour des raisons professionnelles la famille dut déménager à Bayonne à une date que nous n’avons pas pu déterminer.

C’est avec deux de ses cousins également originaires d’Hasparren et mineurs comme lui qu’il s’embarque en 1921 à destination de Cuba avec une autorisation de ses parents. Il s’agit de Jeanty Detchart , né le 14 juillet 1903, fils de Jean Detchart et de Jules Plantin, né le 18 février 1904, fils de Marie Detchart qui décédera accidentellement quatre ans plus tard à Banes.

Les trois étaient des petits cousins de Pedro Sondón, propriétaire de la tannerie de Gibara puis de celle d’Holguín qu’il acquit en 1895. Alors qu’il développait son affaire, Sondón souhaita y associer sa famille, ce qui est une constante chez les Basques émigrés ayant atteint une certaine aisance matérielle.

A Holguín Paulin Lafitte épousera le 25 juillet 1925 Florinda, l’une des filles de Pedro Sondón. Il aura deux enfants, Martin né en 1925 et qui sera capitaine de la sélection cubaine de base-ball aux Jeux Olympiques d’Helsinki et Jeanne, née en 1929. Les qualités de P. Lafitte impressionnent le propriétaire de la tannerie et lorsqu’il décédera en 1928, c’est à son gendre et non à ses propres fils qu’il confiera les rênes de l’entreprise familiale. Paulin s’associa alors avec son cousin Jeanty Detchart qui possédait également un petit atelier de mécanique.

b) Holguín et la tannerie

Avant le nouveau découpage administratif de 1975, l’ancienne province d’Oriente était composée des provinces actuelles de Las Tunas, Camagüey, Santiago de Cuba, Granma et Guantánamo.

Holguín, nous l’avons vu, est une province dont l’activité agricole est basée sur l’élevage bovin et la culture de la canne à sucre. En 1955, le bétail de la région représentait le troisième élevage du pays en importance et l’on dénombrait 5384 fincas destinées à l’élevage bovin avec 140 000 hectares de pâtures.

La ville d’Holguín compte aujourd’hui environ 150 000 habitants. En 1898, on dénombrait dans la région 34 506 habitants. En 1907, ce nombre passait à 50 244 puis en 1919 à 91 267. La même année, la seule ville d’Holguín comptait 13 768 habitants, puis en 1943 35 865 et en 1953, 56 573.

En 1898, Holguín s’étendait entre les rivières Jigüe et Marañón, limites qui avaient été fixées en 1752. Ce fut Pedro Sondón Arbalech (le nom est orthographié ainsi dans l’ouvrage de José A. García y Castañeda : La municipalidad holguinera : comentario histórico, 1898-1955) qui eut l’idée d’étendre les limites de la ville. En 1923, à partir de la résidence « El Tejar » qu’il possédait aux portes de la ville, il crée un quartier nouveau baptisé « Pueblo Nuevo » dont il cédera une partie à son gendre devant notaire le 6 janvier 1928.

On trouve trace d’une première tannerie créée à Holguín au mois de juin 1820. Elle était installée à proximité de la rivière « Paso de Cuba » et constituait l’une des rares industries de l’époque. Elle appartenait à Doña Rita González Marrajo, originaire de Camagüey. Elle dirigea la tannerie jusqu’à sa mort en 1877, date de la reprise par la famille Vidal [30] .

L’arrière petit-fils de Pedro Sondón nous a affirmé que son grand-père avait racheté la tannerie qu’il dirigea à partir de 1895 à une certaine « Doña Anita »[31] .

Au XXème siècle Holguín compta jusqu’à trois tanneries : celle de Sondón puis de Lafitte-Detchart, celle d’Adrien Cinqualbres et celle de José Iglesias, créée en 1921. Dans les années quarante, la tannerie de Lafitte produisait au plus fort de sa capacité 800 cuirs par mois ; celle de José Iglesias en produisait jusqu’à 1000.

En 1966, la tannerie d’Holguín comptait encore huit ouvriers (dont deux étaient les petits-fils du fondateur Pedro Sondón et un Basque d'Armendarits émigré en 1950 : René Etchegaray) alors qu’elle avait été nationalisée par le gouvernement révolutionnaire. Elle fut ensuite fermée définitivement comme la plupart des tanneries d’Oriente.

c) Pablo Lafitte

Lorsqu’il devint le gérant de la tannerie, le premier souci de Lafitte fut de la rentabiliser et il acquit rapidement des machines modernes pour augmenter la production et faciliter le travail. Il fit comme Daguerre à Gibara et comme son beau-père en faisant venir des jeunes du Pays Basque. Son frère Jean le rejoignit à Holguín avant d’aller travailler dans la tannerie de Tellechea à Caibarién. Puis viendront Laurent Detchart frère de Jeanty, de la famille d’Hasparren, Jeanty Detchart, neveu des précédents et René Etchegaray d’Armendarits arrivés les derniers en 1950.

Son statut d’industriel aidant, il devint rapidement un personnage en vue de la société holguinera bénéficiant d’amis influants. Il ne retourna jamais au Pays Basque mais n’en oublia pas moins ses parents restés seuls à Bayonne. Tous les quinze jours ils recevaient de Cuba un paquet contenant sucre, café, riz et chocolat en tablettes. Cette aide fut surtout précieuse pendant le deuxième conflit mondial et les années de disette qui suivirent. Toute la famille restée au Pays Basque profita des largesses du cousin Lafitte. Son pays natal, il ne l’oublia jamais et il se tenait informé en écoutant les programmes internationaux des radios et en s’abonnant à diverses revues françaises. Il ne rentra pas en France lorsque la guerre éclata car sa présence était nécessaire à la tannerie mais l’action qu’il mena en faveur de la France Libre allait quelque peu bouleverser sa vie.

Auparavant, Pablo Lafitte avait été marqué par la Guerre Civile espagnole et dans ses archives l’on retrouve son « Carnet de ayuda a España » pour les années 1938 et 1939 puis un « carnet de ayudista a la Resistencia Anti-franquista » daté de 1950.

Profondément attaché aux valeurs de liberté et de souveraineté, il participa avec efficacité pendant la Deuxième Guerre Mondiale aux activités du Mouvement de la France Libre à Cuba dont il est l’un des fondateurs. Il en était le délégué pour la zone orientale de l’île, coordonnant toutes les campagnes menées pour récolter des fonds ou du matériel. Elisabeth Cinqualbres qui grandit chez Pablo Lafitte lorsque Adrien Cinqualbres quitta Holguín après son divorce se souvient qu’elle arpentait les rues de la ville pour vendre le bulletin « Francia Libre » édité à La Havane et que Pablo Lafitte avait pour mission d’écouler en Oriente. Elle se souvient également des camions de la tannerie qui étaient réquisitionnés pour aller chercher des matières premières comme l’aluminium qui devait être recyclé par la suite. Florinda Sondón, épouse de Pablo Lafitte était la secrétaire de la section féminine du Mouvement et s’acquittait de sa tâche avec dévouement. Dans son entourage, elle mit toutes les femmes (des Basques émigrés et celles de la « bonne société » holguinera) à contribution en leur faisant confectionner de la layette et en leur faisant apporter leur écôt.

« Cuando se acabó la guerra, la fiesta que se hizo aquí en la casa de Pablo Lafitte fue muy buena. En los techos estaban todas las banderas de los aliados : la rusa, la inglesa, la francesa y … la cubana. Duró tres días la fiesta y empezó desde por la mañana. Se sabía que la guerra iba a terminar y a los niños nos dijeron que cuando oyéramos los cohetes, que pidiéramos permiso a las monjas para salir de la escuela. La fiesta fue una maravilla. En la casa estaba el pueblo entero. Vinieron todos los que habían ayudado durante la guerra. Se trajeron orquestas y todo era gratis; fueron tres días de cumbancha y fue muy lindo… » [32]

En reconnaissance du travail accompli, l’ambassadeur de France à La Havane de l’époque nomma Pablo Lafitte agent consulaire pour la zone orientale de Cuba et il reçut même une lettre de remerciements signée du Général de Gaulle en personne.

Cette marque d’estime toucha profondément Pablo Lafitte qui allait s’acquitter de sa tâche avec un dévouement et un sérieux peu communs. Les archives qu’il a laissées témoignent de l’importance qu’il accordait à sa fonction. De 1945 à sa mort en 1970, il se considéra comme le représentant de la France dans la partie orientale de l’île et l’ambassade eut plusieurs fois recours à ses services pour résoudre divers problèmes. Il conserva toute sa correspondance. Son activité consulaire était intense dans des domaines aussi divers que les échanges économiques entre la France et Cuba, la solidarité envers les orphelins de la guerre ou les soldats français en Algérie, ou encore la diffusion de la langue française à Cuba à travers la radio ou les maisons d’édition. Il utilisa aussi ses relations privilégiées avec l’ambassade de France pour aider ses compatriotes émigrés comme lui à Holguín.

Lorsque le gouvernement révolutionnaire saisit la tannerie au début des années soixante, Pablo Lafitte perdit son statut d’industriel mais resta technicien dans l’entreprise où il avait toujours travaillé. Il aurait pu réclamer une indemnisation pour la spoliation subie mais il n’en fit rien. Il ne tint nullement rigueur aux révolutionnaires de lui avoir retiré ce qu’il avait construit pendant plus de trente ans. Il aurait pu faire comme beaucoup de membres de la bourgeoisie dominante de l’époque et s’exiler car il en avait les moyens. Au contraire, il s’identifia totalement au projet de nouvelle société qui démarrait à Cuba allant même jusqu’à prendre la nationalité cubaine. Ayant conservé son activité d’agent consulaire français, on retrouve dans ses archives plusieurs courriers qu’il a adressés à Fidel Castro et qui ne laissent aucun doute sur ses convictions politiques. En décembre 1962 il lui adressa ses vœux de réussite pour 1963 alors que le pays venait de traverser la crise des missiles et écrivit «… Cuente conmigo, incondicional y desinteresadamente… ». Il envoya à Fidel Castro en 1963 toute une collection de timbres français pour que le pays puisse acquérir des devises et deux télégrammes lors des décès de sa mère et de sa grand-mère. En 1964 il fit un don de cent pesos pour restaurer les écoles détruites par le passage du cyclone Isabel. En 1968, il lui envoya un télégramme à l’occasion de la mort de Che Guevara. Il terminait tous ses courriers par « Patria o muerte – Venceremos », « Por un mundo socializado sin banderas ni fronteras », « Viva el proletariado internacional » ou encore « Un francés que siente la causa de Cuba como su propia causa. » Tous les courriers comportent une réponse signée de la secrétaire particulière de Fidel Castro, Celia Sánchez Manduley.

Un tel comportement méritait d’être souligné chez un homme qui avait pendant près de trente ans été à la tête de l’une des industries les plus florissantes de la région.

Durant toute sa vie, Pablo Lafitte se sentit français dans l’âme et guidé tous les jours par la main de Dieu. Sur ses classeurs d’archives, on trouve les paroles de la Marseillaise et ceci :

« La luz de Dios me rodea

El amor de Dios me envuelve

El poder de Dios me protege

La presencia de Dios vela por mí

Donde quiera que estoy, está Dios. »

La grande majorité des émigrants basques étaient originaires des provinces du Sud. Cependant quelques Basques du côté français décidèrent d’émigrer à Cuba au XIXème siècle et exercèrent - entre autres - avec succès le métier de tanneur. Leur réussite permit l’arrivée de nouveaux émigrants par le phénomène d’attraction. Ce flux était presque toujours constitué de parents ou d’amis. Cet article sur les tanneurs émigrés à partir du village de Hasparren illustre ainsi ce qu’étaient ces filières d’émigration, véritables réseaux à partir desquels des hommes purent quitter le Pays basque pour s’installer de l’autre côté de l’Atlantique.

Cuba ne fut pas comme l’Argentine une destination où les Basques français émigrèrent en masse mais un pays qui reçut des émigrants dans un domaine professionnel très spécialisé.

Les émigrants – qui étaient surtout des hommes - venaient très rarement en couple et se mariaient avec des Cubains, ce qui facilitait leur insertion dans la société.

Ceux qui avaient prospéré retournaient au pays et faisaient bénéficier leurs proches de leur réussite mais la plupart des émigrants ne revinrent jamais. Nous avons trouvé également des émigrants qui avaient la possibilité de rentrer régulièrement au Pays Basque mais qui ne le firent pas. Pablo Lafitte était de ceux-là.

Leur intégration fut favorisée par l’assurance de disposer d’un travail et d’un logement dès leur arrivée. Dès qu’ils le purent, beaucoup s’émancipèrent et finirent par diriger leur propre tannerie.

L’élément naturel ne fut pas négligeable dans l’intégration dans un pays aux conditions générales si différents de celles du Pays Basque. Nous pouvons affirmer que les conditions climatiques, le relief et la végétation de l’Orient cubain et plus précisément de la zone côtière d’Holguín ont favorisé l’installation de ces émigrants.

Chez les émigrants du Pays Basque Nord c'est le sentiment d'être Français qui prévalait. On les appelait d'ailleurs "los franceses" et certains d'entre eux s'illustrèrent par des actes patriotiques lors de la Deuxième Guerre Mondiale. Les quelques Basques originaires des provinces du Nord qui résidaient à La Havane prenaient volontiers part aux activités organisées par les associations d'émigrants basques mais dans les villes où n'existaient pas de telles associations, ils ne rejoignaient que très peu les rangs des associations d'émigrants espagnols qui leur étaient pourtant ouvertes. Signalons enfin que ces Basques, tous croyants et pratiquants, n’eurent aucune peine à trouver leur place dans la société cubaine post coloniale où l’Eglise occupait une place prépondérante.

Il nous faut évoquer ici quelques difficultés rencontrées lors de cette recherche. Tout d'abord, si la bibliographie concernant l'émigration basque (en Argentine entre autres) est abondante, celle concernant l'émigration des Basques vers Cuba est assez peu fournie. Le travail de recherche sur place est donc primordial.

Le nombre d'émigrants encore vivants se réduisant, il est difficile d'obtenir des témoignages directs. Ainsi, depuis que nous avons effectué les entretiens présentés dans ce travail, trois des personnes rencontrées sont décédées.

Cette enquête amorcée sur les tanneries basques à Cuba mériterait d'être poursuivie car toutes les informations n'ont pas été collectées. Il conviendrait entre autres de voir si des émigrants originaires de Hasparren ont pu s’installer dans des conditions similaires dans des pays qui, comme, l’Argentine, l’Uruguay ou le Chili ont accueilli en masse des émigrants venus du Pays Basque.

REFERENCES BIBLIOGRAPHIQUES POUR CET ARTICLE

Albanés Martínez (J.), Historia breve de la ciudad de Holguín.

Barceló Reyes (J.R.), Oriente, la Suiza cubana. Ed. Cuba Atlas Company, 1928

Cuba Contemporánea : Oriente. La Habana, Centro Editorial Panamericano, 1942

Cuba en la mano. Enciclopedia popular ilustrada, 1940

El Libro de Cuba. La Habana, Talleres del Sindicato de Artes Gráficas, 1925

Forment (C.), Crónicas de Santiago de Cuba. Ed. Arroyo, 1953

García y Castañeda (J.A.), La municipalidad holguinera : comentario histórico, 1898-1955.

Hasparren, regards. Bayonne, Impr. Jean Laffontan, 1997, 166 p.

Iglesias García (F.), Características de la Inmigración Española en Cuba (1904-1930). Economía y Desarrollo, mars-avril 1988, n°2, p. 76-101

INSTITUTO CUBANO DE GEODESÍA Y CARTOGRAFÍA, Atlas de Cuba, La Habana, 1978, 143 p.

Le Riverend (J.), Historia Económica de Cuba. 4ème éd., La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 1974, 662 p.

Leyva y Aguilera (H.), Gibara y su jurisdicción : Apuntes históricos y estadísticos, 1836-1897. 488 p.

Lhande (P.), L’émigration basque. Réimpression (1ère éd. 1910). San Sebastián, Ed. Elkarlanean, 1998, 297 p.

Pagola (M.), Culture basque et urbanisation à Hasparren : étude ethnologique. Bayonne, Ed. de l’auteur, 1996, 234 p.

Roche (A.), La tannerie romanaise de 1403 à nos jours. La Manufacture.Dié, 1984

SECRETARÍA DE HACIENDA DE CUBA, Inmigración y Movimiento de Pasajeros, 1902-1931. La Habana, Impr. De Rambla y Bouza.

AUTRES SOURCES

- Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba (Registro de Estado Civil. Juzgado Municipal de Santiago de Cuba. Libro de ciudadanía. Tomo 1-14 La Colonia Española.

- Archivo Provincial de Holguín.

- Archives Diplomatiques de Nantes (Fonds « Personnel, Agences consulaires et correspondances », n°15, 29, 253 ; Fonds « Consulat de Santiago de Cuba » 1912-1913, 1913-1918, 1918-1921, 1921-1926, 1926-1937)

- Archives de la famille de Paulin Lafitte (Holguín).

- Archives communales de Hasparren.

ENTRETIENS REALISES POUR LE THEME DES EMIGRANTS DE HASPARREN A CUBA

Tannerie d’Holguín :

Jeanty Detchart, Hasparren (78 ans, émigrant).

René Etchegaray, Holguín (Emigrant, décédé depuis).

Alfredo Sondón, Holguín (Employé de la tannerie d’Holguín, petit-fils de Pedro Sondón, émigrant et décédé depuis).

Elisabeth Cinqualbres, Holguín (Fille d’Adrien Cinqualbres, émigrant).

Pablo de Armas Lafitte, Holguín (Petit-fils de Paulin Lafitte, émigrant).

Tannerie de Gibara :

Mayi Sallaberry, Hasparren (demi-sœur de Jean-Baptiste Lahirigoyen, émigrant).

Rosa María Nicolau Fernández, Gibara (91 ans, belle-fille de Gratien Daguerre, émigrant).

Mirtha Gurri Leyva, Gibara (79 ans, filleule de Pascal Daguerre, émigrant).

Belkis Daricó, Gibara (Petite-fille de Pierre Darricau, émigrant et employée de la tannerie de Gibara).

Antonio Chacón Ricardo, Gibara (92 ans, employé de la tannerie de Gratien Daguerre).

Marta Lahirigoyen Cruz, Gibara (71 ans, fille de Jean-Baptiste Lahirigoyen, émigrant).

Tannerie de Banes :

Gracieuse Blanque, Hasparren (92 ans, belle-sœur de Kayet Hiriart et Mayi Blanque, émigrants, décédée)

Annexe I

Tanneurs et tanneries a hasparren en 1831

MAISON

QUARTIER

TANNEUR

BORDETENIA

BOURG

DIBILDOX Jean

ORTESENIA

BOURG

BERHO Dominique

TTATTILATEA

BOURG

BERHO Pierre

PIKASARIA

BOURG

LISSARRAGUE Laurent

(domestique)

TRINQUET

BOURG

CHORIBIT Martin

GAZTELUBERRIA

BOURG

HARGUINDEGUY Jean

BROUSSAINIA

LABIRI

POEYDEBASQUE Jean

BROUSSAINIA

LABIRI

POEYDEBASQUE Baptiste

(mégissier)

XAPITALEA

LABIRI

DEYHERALDE Jean-Pierre

HACHATEY

CHORIBIT Saint-Martin

PUTTUANIA

LABIRI

CHORIBIT Antoine

ILAINDEGIA

HASQUETTE

SOLET Laurent

CHANDELATEA

HASQUETTE

SOLET Baptiste

BIHOTXENIA

ELIZABERRI

HIRIGOYEN Jean

HODITEA

ELIZABERRI

HIRIART Pierre

ZALIONDOA

ELIZABERRI

HIRIART Saint-Martin

ARTALDEY

ELISSAGARAY Martin

URRUTIA

LABIRI

ETCHEVERRY Jean

UHARTIA

LABIRI

SALLABERRY Gratien

XEKALATIA

URCURAY

IRONBERRY Jean

MATALAS

URCURAY

LARREGAIN Jean

PASSIQUET ZAHAR

URCURAY

ETCHEGARAY Jean

PASSIQUET BERRIA

URCURAY

APESTEGUY Jérôme

MIABERRIA

URCURAY

DAINCIART Jean

LUBERRIA

URCURAY

DIHARCE Martin

KARRIKAKO BORDA

URCURAY

SARHY Pierre

SAN MARTINENIA

URCURAY

DAINCIART Etienne

MARTIENIA

URCURAY

COURTELARRE Martin

ILHARRIA

URCURAY

OXANDABARATS Etienne

MENDIKO ETXEBERRIA

URCURAY

ELIÇAGARAY Mathieu

ABADIANIA

URCURAY

ETCHELOUS Baptiste

KURUTZALDIZAHARRA

URCURAY

PASSIQUET Laurent

BERNATENIA

URCURAY

ETCHEGARAY Pierre

APESETXEA

URCURAY

SAINT-MARTIN Jean

AFRANXOENIA

URCURAY

ETEGARAY Jean

EIHERALDIA

URCURAY

ISSOURIBEHERE Pierre

JOANEKOTENIA

URCURAY

DOYHENART Germain

ETXEPARIA

URCURAY

FAGALDE Michel

HARANEDERIA

URCURAY

HARDOY Pierre

LANDABURUA

ELIZABERRI

JANHOTZ Bernard

DOMINGO-EIHERRA

ZELAI

COSTES Bernard

ERREGETEGIA

ZELAI

GARAT Baptiste

HEGIEDERIA

ZELAI

ARBELETCHE Pierre

KAKILENIA

ZELAI

LISSARRAGUE Gratien

AIHERRONDOA

ZELAI

GARAT Vincent

SAUTENIA

ZELAI

LORDA Jean-Baptiste

LORDA

ZELAI

GARAT Bernard

FOULON DATHY

BIDEGAIN Tristant

HARRIAGUA

MINHOTZ

DEYHERALDE Jean

LARZABALIA

MINHOTZ

DOMERC Daniel

XOPATEY BEHERIA

HASQUETTE

?

Sources : Archives municipales de Hasparren

Annexe II

Emigrants de hasparren signales a Cuba lords du recensement pour la formacion de l´armee territoriale

(1855-1866)

Nom

Prénom

Maison

Profession

Date et lieu

de naissance

Parents

Résidence

Degré d’

instruction

1855

1855

1855

1855

1855

1855

1855

AMESPIL

Etienne

Guichonatey

Cordonnier

24-03-1835

Hasparren

Bertrand A.

Dominica

Landarretche

La Havane

1-2

DARTAYET

Pierre

Gasteloa

Tanneur

22-10-1835

Hasparren

Jean D.

Marie

Ississarry

La Havane

LONDAITS-

BEHERE

Dominique

Marandeya

Charpentier

18-07-1835

Hasparren

Dominique L.

Dominica

Larre

La Havane

1-2

1856

1856

1856

1856

1856

1856

1856

ORCAS-

BERRO

Pierre

Chopateya

Tanneur

11-11-1836

Hasparren

Martin O.

Jeanne Duhagou

La Havane

1857

1857

1857

1857

1857

1857

1857

JAUREITO

Arnaud

Chaumindea

Tanneur

28-02-1837

Hasparren

Arnaud J.

Marie Arotseche

La Havane

1

1858

1858

1858

1858

1858

1858

1858

AMESPIL

Bertrand

Guichonatey

Cordonnier

09-01-1838

Hasparren

Salvat A.

Gratienne

Bidart

La Havane

1-2

DACHARRY

Bernard

Dorrya

Tanneur

22-11-1838

Hasparren

Bernard D.

Hélène Cristy

La Havane

HIRIART

Saint-Martin

Alcuyeta

Cordonnier

23-04-1838

Hasparren

Pierre H.

Marie Lagarde

La Havane

1

LONDAITS-

BEHERE

Jean Baptiste

Roquelaurenia

Charpentier

25-11-1838

Hasparren

Dominique L.

Victorine

Lissarrague

La Havane

1-2

1859

1859

1859

1859

1859

1859

1859

ETCHE-

VERRY

Jean

Nimignotea

Duranguier

17-09-1839

Hasparren

Pierre E.

Jeanne Mendy

La Havane

D

LORDA

Arnaud

Gorriateya

Tanneur

21-08-1839

Hasparren

Bertrand L.

Jeanne Hiribarne

La Havane

1860

1860

1860

1860

1860

1860

1860

HIRIART

Laurent

Onyvenia

Dourouthea

Cordonnier

14-06-1840

Hasparren

Pierre H.

Marie Durruty

La Havane

MIRABEL

Jean Baptiste

Elhorria

Cordonnier

16-11-1840

Laurent M

Marie Hiribarne

La Havane

1-2

1861

1861

1861

1861

1861

1861

1861

AMESPIL

Pierre

Guichonatey

Cordonnier

12-10-1841

Hasparren

Bertrand A.

Dominica

Landarretche

La Havane

1-2

ETCHE-

VERRRY

Dominique

Idoeta

Chocolatier

01-07-1841

Hasparren

Salvat E.

Marie Héguy

La Havane

1-2

MAROT

Jean-Baptiste

Athirenia

Serrurier

22-03-1841

Hasparren

Père inconnu

Gracieuse Marot

La Havane

1-2

1862

1862

1862

1862

1862

1862

1862

FAGALDE

Jean

Perlatea

Tanneur

12-11-1842

Hasparren

Josèphe Amestoy

La Havane

1

LARRALDE

Jean

Ospitalia

Laboureur

15-11-1842

Hasparren

Bernard .

Marie Londaïts-béhère

La Havane

1

1863

1863

1863

1863

1863

1863

1863

DINDA-

BURE

Thomas

Somalaya

cordonnier

30-06-1843

Hasparren

Michel D.

Marie Amestoy

La Havane

1-2

SOUBELET

Martin

Bordetam-bourindeya

Tanneur

11-11-1843

Hasparren

Pierre S.

Josèphe Amestoy

La Havane

1

1864

1864

1864

1864

1864

1864

1864

1865

1865

1865

1865

1865

1865

1865

1866

1866

1866

1866

1866

1866

1866

ELISETCHE

Arnaud

Aphechatey

Cordonnier

10-05-1846

Hasparren

Jean E.

Marie

Hiriart-Urruty

La Havane

1

LONDAITS-

BEHERE

Dominique

Moulin Saliondo

Cordonnier

03-10-1846

Hasparren

Antoine L.

Josèphe Pérès

La Havane

1

MAGNET

Jean-Baptiste

Etchetipia

Cordonnier

30-10-1846

Hasparren

Père inconnu

Gracieuse

Magnet

La Havane

1-2

HIRIART

André

Trinqueta

Tanneur

05-05-1846

Hasparren

Laurent H.

(décédé)

Marie Solet

La Havane

(Exempté car fils aîné de veuve)

1-2

Degré d’instruction :

0 : Ne sait ni lire, ni écrire

1 : Sait lire 1-2-3 : Sait lire, écrire, compter

1-2 : Sait lire et écrire D : Douteux

Annexe V

Acte notarie de la creation de la tannerie de Gibara

En el puerto de Gibara a nueve de junio de mil ochocientos sesenta y cuatro años, ante mí el Escribano público y testigos parecieron don Carlos Guitay, natural de Francia, don Ignacio Choribit de la misma naturaleza y don José Clemente Leal, natural de Holguín, todos de esta vecindad, este último en representación de la Sociedad denominada José Sampera y Compañía de que es socio gerente, a quienes doy fe, conozco y dijeron que de común acuerdo tienen formada sociedad en una tenería que tienen establecida los dos primeros en esta población y en los confines de la calle de la Marina bajo las condiciones siguientes :

Primera

La Sociedad girará bajo la denominación de Guitay y Compañía.

Segunda

Que la Sociedad durará el término de 2 años contados desde este día (seis de setiembre del año pasado de mil ochocientos sesenta y dos) y se prorrogará si lo convinieren los socios.

Tercera

Que Guitay y Choribit serán los manipulantes de la tenería de que se compone la Sociedad y don José Sampera y Compañía sólo es uno en comandita.

Cuarta

Que el capital social consta de cinco mil cuatrocientos treinta y ocho pesos treinta y cinco centavos de los cuales introduce Guitay dos mil trescientos setenta y nueve pesos cuarenta y cinco centavos en una casa, terrenos y demás útiles de que se compone la tenería, cueros, efectivo y deudas : Choribit seiscientos setenta y nueve pesos cuarenta y cinco centavos en las mismas especies y don José Sampera y Compañía dos mil trescientos setenta y nueve pesos cuarenta y cinco centavos en efectivo.

Quinta

Que las utilidades que resulten serán divididas en el orden siguiente : para los capitales la mitad proporcionalmente; y de la otra mitad un cuarenta por ciento para cada uno de los dos socios manipulantes y un veinte por ciento para el comandita don José Sampera y Compañía en retribución del trabajo que se ha de tomar en el fin de la mejor venta de los materiales que se saquen de la tenería.

Sexta

Que al cumplimiento de la sociedad entregarán al socio en comandita la parte que le corresponda en efectivo, a menos que no convengan otra cosa al vencimiento de la sociedad.

Sétima

Que los gastos de comida de los manipulantes lo mismo que los del personal que se necesite para los trabajos de la tenería incluso el sueldo de éstos serán de cuenta de la Sociedad.

Octava

Que las diferencias que puedan haber entre los socios serán sometidas a juicio de árbitros nombrados uno por cada parte y en caso de discordia entre éstos nombrarán uno para dirimir los mismos árbitros, a cuyo resultado estarán y pasarán todos los socios, con el fin de que no pueda promoverse acción judicial alguna. Con estas cualidades y condiciones establecen esta sociedad la cual es libre de derechos reales según consta de lo decretado por esta Real Aduana en seis de Noviembre del año pasado de mil ochocientos sesenta y dos, relativo a la declaratoria hecha, en ocho de octubre del mismo año, por la Administració General de Rentas Terrestres de esta Isla; obligando los comparecientes respectivamente al cumplimiento de esta escritura en la más bastante de derecho con sus bienes presentes y futuros renuncian las Leyes, fueros, derechos y privilegios de su favor y la general en forma.

Y firmaron siendo testigos don Ramón Rodríguez, don Jaime Roca y don José Catalá vecinos y presentes = entre = seis de septiembre del año pasado de mil ochocientos sesenta y dos.

Carlos Guitay Inacio Choribit José Clemente Leal

Source : Protocolos notariales de Gibara, año de 1864, Tomo X, Folio 93-2

[1] M. Pagola, Culture basque et urbanisation à Hasparren, Bayonne, Ed. de l’auteur, 1996, p.65, citant M. Lafourcade, “Le pays du Labourd à la fin de l’Ancien Régime”, 1789 et les Basques, p. 45.

[2] Corroyage : Technique d’assouplissement des peaux.

[3] Hasparren, regards, Bayonne, Impr. Jean Laffontan, 1997, p.73-74.

[4] A. Roche, La tannerie romanaise de 1403 à nos jours. La Manufacture. Dié, 1984, p.106

[5] “Izerdia” : “la sueur” en langue basque.

[6] Hasparren, regards, op. cit., p.70

[7] Ibid., p. 70-72.

[8] M. Pagola, op. cit., p.90.

[9] Cuba Contemporánea : Oriente, La Habana, Centro Editorial Panamericano, 1942.

[10] Curtidos : cuirs

[11] Entretien avec Belkis Daricó réalisé à Gibara.

[12] Mambis : insurgés cubains.

[13] H. Leyva y Aguilera, Gibara y su jurisdicción, 1897

[14] J. Albanés Martínez, Historia breve de la ciudad de Holguín.

[15] H. Leyva y Aguilera, op. cit.

[16] Yarey : feuilles du bananier

[17] La juridiction de Gibara comprenait la ville elle-même et des hameaux voisins : Arroyo Blanco, Candelaria, Auras, Pedregoso, Yabazón Arriba, Managuaco, Jobabo, Almirante et Yabazón Abajo.

[18] H. Leyva y Aguilera, op. cit.

[19] Entretien réalisé à Holguín

[20] Majá : variété de serpent à Cuba.

[21] DRAE : Patabán : m. Cuba. Arbol de la familia de las combretáceas, que se cría en las ciénagas y da una madera dura y de color obscuro, que se emplea para postes y otros usos. Es una variedad del mangle.

[22] Entretien avec Toñito Chacón réalisé à Gibara.

[23] Près de 420 hectares.

[24] Entretien avec Rosa María Nicolau Fernández, veuve de Nino Daguerre, réalisé à Gibara le 22 juillet 2000.

[25] A. Roche, op. cit.

[26] Entretien avec Mirtha Gurri Leyva, réalisé à Gibara.

[27] Entretien avec Marta Lahirigoyen, réalisé à Gibara.

[28] La Virgen de la Caridad del Cobre est la patronne de Cuba.

[29] Récompense décernée aux meilleurs travailleurs durant la période révolutionnaire.

[30] J. Albanés Martínez, op. cit.

[31] Entretien avec Pablo de Armas Lafitte réalisé à Holguín.

[32] Entretien avec Elisabeth Cinqualbres

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